Con penas privativas de libertad desde cinco hasta ocho años serán sancionados los choferes que ocasionen muertes en accidentes de tránsito y estén bajo efectos del alcohol, de acuerdo con la Ley de Seguridad Ciudadana.
La comandante de Tránsito de El Alto, coronela Basilia Meneses, expresó que la norma es positiva y que hará que los choferes reflexionen a la hora de conducir.
A su turno, el comandante departamental de Policía, Rosalio Álvarez, afirmó que con el endurecimiento de las penas, los conductores que protagonizaban accidentes ya no quedarán impunes y serán sancionados de acuerdo con sus faltas.
“Antes, la norma era muy benevolente. Muchos choferes eran castigados con sólo cinco años y sus abogados defensores recurrían a chicanas para no cumplir la sanción o se acogían al perdón judicial. Ahora, tendrán que pensar dos veces antes de conducir en estado de ebriedad”.
Conciencia. El fiscal de Tránsito, José Villarroel, comentó que la nueva norma va a generar conciencia en aquellos conductores que tienen la manía de manejar bajo los efectos del alcohol. “Ahora que la pena mínima es de cinco años, no procederá que el imputado quede en libertad como cuando era de uno a tres años, sino el encarcelamiento en un centro penitenciario”.
Proceso abreviado. El teniente coronel Raúl Ángulo, subcomandante de Tránsito, explicó que la anterior normativa era leve y si uno atropellaba y mataba hasta cinco personas, la pena era mínima y el imputado podía acogerse a un procedimiento abreviado y no ir a la cárcel. “Lo bueno de esta ley es que el sindicado debe someterse a un juicio y cumplir su condena”.
El coronel Victorino Torres, jefe de la división Accidentes, se abstuvo de opinar, pero afirmó que son los fiscales y jueces quienes aplican las normas, mientras que Tránsito se limita a investigar.
100 personas fallecieron en accidentes de tránsito en los últimos siete meses.
Un oficial de la policía dijo que el endurecimiento de penas bajará el índice de accidentes, aunque no lo erradicará.
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