Monday, January 21, 2013

Jóvenes ingresan en pandillas por falta de dinero o por desintegración familiar

Los jóvenes acceden a integrar las pandillas principalmente por la crisis económica, el desempleo o la desintegración de la familia, según informó el sociólogo Antonio Moreno.

“El problema de las pandillas es multicausal, es decir que hay varias razones por la que los jóvenes ingresan a las pandillas juveniles, entre ellas, la crisis económica, la situación de desempleo y desocupación, desintegración familiar, violencia o problemas internos y psicológicos”, expresó.

Asimismo, el experto señala que estos grupos sociales terminan por remplazar a la familia, la escuela e incluso al trabajo por las diferentes necesidades por las que atraviesan.

“Como algo común en estas pandillas es que sus integrantes pasan a estos grupos después de un fracaso en los primeros grupos de socialización, la familia, la escuela y el trabajo, allí toman actitudes di-sociales que terminan por remplazar las actividades comunes y el entorno con el que deberían formarse los mismos”, aseguró Moreno.

Según la versión del entrevistado, el concepto de pandilla no sólo abarca a grupos que perjudican o atacan a la sociedad, sino que también globaliza a los grupos juveniles que se reúnen para divertirse sanamente, por ejemplo en las festividades de carnavales.

“Los padres de familia deben tomar en cuenta que no todas las pandillas son malas, pero cuando se trata de grupos delincuenciales, como la mayor parte de los existentes en El Alto, se tiene el riesgo de que sus integrantes corran diferentes peligros que atenten contra su integridad”, aseveró.

En el caso de las pandillas calificadas como delictivas, Moreno aseguró que los jóvenes se reúnen con el objetivo de satisfacer ciertas necesidades que tienen que ver con el consumo de alcohol o drogas, lo que los hace incurrir en robos.

“Ante esto también se debe tomar en cuenta que los controles de la Policía son deficientes para controlar a estos jóvenes, además el sistema jurídico del país no establece mecanismos de prevención ante estos delitos o de rehabilitación”, manifestó.

Por otra parte, aseguró que “este problema es estructural debido a que en la urbe alteña cada año se gradúan 20 mil jóvenes bachilleres y solamente 2.000 acceden a un sistema educativo superior, ante esto sólo se puede deducir el destino del restante y entre ese destino también se encuentran las pandillas”.

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