Wednesday, February 26, 2014

Ladrón es vestido de mujer y obligado a andar de rodillas

Con la cabeza partida, un “justán” en el cuello y amarrado con las prendas íntimas de su víctima fue entregado ayer a la Policía de Cotoca Nicolás Ojeda Pardo (27) acusado de robar a varias familias en la localidad de Visito.

El potosino, con la cabeza agachada y rodeado por varios comunarios que lo increpaban, admitió entre rejas haber robado en varias ocasiones garrafas, cocina, prendas de vestir y una motobomba a personas que se dedican a la elaboración de tejas y ladrillos.

Ayer por la madrugada (3:00) cuando pretendía dar un nuevo golpe en la zona, fue sorprendido en plena avenida principal con dos garrafas, una cocina de dos hornillas y un atadijo de ropa que pretendía vender en el mercado Los Pocitos del Plan Tres Mil. Rosa Chijo, dueña de una tejería y víctima de robo denunció que hace un mes Nicolás, que se hacía llamar Wilson, llegó hasta su domicilio en busca de trabajo y ella se compadeció del sujeto y hasta habilitó una habitación para que viva mientras ahorraba dinero para sustentarse. "Le dejé una garrafa, una cocina con hornilla y una motobomba y el mismo día que lo hospedé desapareció con todas mis cosas", lamentó Chijo.

Escapó hacia el monte. La afectada contó que ayer cuando salía junto a su esposo hacia Cotoca, una persona salió del monte y le levantó la mano para que le hiciera una carrera. Ese momento, la mujer notó que se trataba de su trabajador que le había robado.

Cuando retornamos donde él, este se percató y dejó las cosas a la intemperie y huyó metiéndose en el monte para no ser detenido.

Las víctimas, esperando que algún otro comunario apareciera a esa hora para alertar del robo, esperó un vehículo sobre la avenida hasta que un trufi salió con pasajeros de la zona y se toparon que el sospechoso viajaba bien sentado en el taxi como si nada hubiera pasado. Molestos por la acción, el acusado de robo fue llevado a golpes hasta una comisaría de Visito, donde fue golpeado para que confiese sus robos. Muchos de ellos, incluso hicieron una fogata para intentar quemarlo pero optaron por vestirlo de mujer.

El subalcalde del distrito 10, Epifanio Condori Quispe, dijo que no dependía de él entregarlo a la Policía porque las personas del lugar estaban molestas debido a que la Policía libera a los delincuentes. "No vamos a tolerar más robos y de ahora en adelante vamos aplicar mano dura", resaltó.

Hasta el cierre de este despacho, los vecinos se negaban a entregar a la Policía al delincuente.

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