En un recorrido realizado ayer por OPINIÓN a los centros de abasto Calatayud, San Antonio, Fidel Araníbar, La Paz y La Pampa evidenció la falta de resguardo de la Policía y de la Intendencia Municipal.
En las calles adyacentes a los centros de abasto, el control se limita a la presencia de efectivos de Tránsito, quienes lidian con el congestionamiento vehicular de la zona. No hay cámaras de vigilancia.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Freddy Fernández, admite que tiene pocos efectivos para resguardar los centros de abasto rutinariamente. Asegura que los policías lo hacen “vestidos de civil” los miércoles y sábado. El delito más frecuente es el robo de billeteras, carteras y, principalmente, celulares.
ABANDONADOS Son las 9:00 horas y en el mercado Calatayud no hay control de efectivos policiales ni de gendarmes municipales. Las floristas, las carniceras, las vendedoras de abarrotes y verduras reclaman por la inseguridad en la que trabajan. Tampoco encuentran guardias privados que trabajen regularmente.
Susana Fuentes, vendedora de legumbres, dice que el centro de abasto es la posada nocturna de personas en situación de calle. Cuando llegan a sus puestos, en las mañanas, notan la falta de alguna pertenencia. A ella, por ejemplo, le robaron el coche de bebé. Se suman quejas de las demás comerciantes que dicen que se pierden balanzas, baldes y bañadores.
La mañana avanza y se dificulta el recorrido hacia el mercado San Antonio. Las aceras están ocupadas por vendedores y hay que lidiar con los vehículos porque el recorrido debe ser por la calzada.
En San Antonio se ve a hombres con uniformes negros rondando por los pasillos. Cada vendedora debe pagar un boliviano por día para la vigilancia. “No hay alternativa porque de otra manera los robos serían mayores. Estábamos perdiendo clientes” dice la caserita.
En el mercado La Paz han instalado sillas metálicas de hasta un metro y medio de altura para que los vigilantes controlen el comercio. Ahí, los capitales son más altos porque venden celulares y electrodomésticos, además de prendas de vestir. “Nuestra presencia los amedrenta” dice Rodrigo Guzmán, uno de los diez guardias que controla esa zona.
En el sector conocido como “miamicito”, los asociados determinaron instalar un moderno sistema de cámaras de vigilancia para el control de los pasillos y casetas. Venden televisores plasma, equipos de sonido, cámaras fotográficas, filmadoras y otros. En la sede de la asociación está el centro de operaciones, desde donde monitorean todo el movimiento.
El sector de La Pampa es el más inseguro, dicen los vendedores y el personal de seguridad. Cada vez son menos los interesados en realizar el control, porque los delincuentes son agresivos y caminan con navajas. Al mediodía de ayer no había ni uno. El último domingo, un ladrón, al verse sorprendido cortó la mano del guardia de seguridad y le dañó tres dedos. El hombre tuvo que costear su curación y aún se recupera.
Consejos para los días de feria
El personal policial recomendó a los ciudadanos que acuden a los centros de abasto de la zona central a acudir acompañados, en el mejor de los casos. Aconsejaron no utilizar joyas o artículos de valor.
El uso del celular debe ser restringido, porque es el mayor número de casos de robos reportados a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
No es aconsejable que las mujeres usen carteras para ir a los mercados, porque son más fáciles de jalar o cortar. Es mejor las billeteras de mano.
En el caso de los varones, es recomendable que no coloquen sus billeteras en los bolsillos traseros del pantalón.
También se debe evitar ir de compras de noche, porque el riesgo aumenta.
Como alternativa, aconsejan realizar las compras en las ferias zonales descentralizadas, porque son menos concentradas.
Las recomendaciones deben ser tomadas en cuenta en cualquier centro de abasto para resguardar la seguridad personal y evitar los robos.
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