Sunday, July 3, 2016

Pandillas, un peligro que crece en las ciudades

Un informe del Ministerio de Gobierno ante la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados da cuenta que la población boliviana ha identificado a la presencia de las pandillas como el segundo factor de mayor inseguridad en el país, después de los asaltos y atracos. De acuerdo con la exposición, en Bolivia hay 269 de estos grupos y albergan a 7.731 miembros.

El ministro Carlos Romero, explicó que las pandillas se concentran en Santa Cruz (69), La Paz (48), Cochabamba (44) y Chuquisaca (40). En tanto, Tarija (21), Potosí (20), Oruro (13), Beni (8) y Pando (6).

En el eje troncal, el promedio de integrantes es de 84 miembros por pandilla, en el resto de los departamentos es de 17.

La presencia de esta asociación irregular de jóvenes no pasa desapercibida para la población que la relaciona con la violencia y actividades delictivas (hurto, robo, atraco) que ocurren en las diferentes zonas de las ciudades. Estos grupos despiertan miedo y desconcierto entre los ciudadanos que tienden a identificar el problema con la existencia de las pandillas en sus barrios.

De un tiempo a esta parte se ha conocido hechos delincuenciales en las diferentes regiones del país que involucran a pandillas, muchos de ellos perpetrados de forma sangrienta.

El Ministerio de Gobierno con base a datos del Viceministerio de Seguridad Ciudadana ha identificado que las pandillas incurren en los siguientes delitos: robo o hurto, robo agravado, robo de autopartes de vehículos, lesiones leves y graves (algunos derivan en homicidio).



Uso de armas

Adolescentes que apenas dejaron la niñez protagonizan episodios que siembran pavor en las familias, porque delinquen con lo peor que caracteriza a los humanos: rabia, ensañamiento y furia con un desafecto total hacia la persona a la que agrede.

Un estudio de Juan Mollericona sobre el tema, señala que ‘la violencia es una regla general en el mundo de las pandillas, lo que explica en gran medida el uso de armas, tanto en peleas contra otros miembros de pandillas rivales (autodefensa y ataque) como en acciones delictivas (robo y atraco).

Por lo señalado, el Ministerio de Gobierno exhibió ante los asambleístas, con datos de entre 2011 y 2013, que el tipo de arma que utilizan los pandilleros son: contundentes, punzocortantes, de fuego y otras.

En Cochabamba, de acuerdo con la investigación, utilizan especialmente armas contundentes, seguidas de las punzocortantes y armas de fuego.



Pruebas para el ingreso

Entre las pruebas que se asignan a los postulantes a una pandilla están “provocar a un peso pesado de una pandilla rival, voltear (asaltar) a un ebrio o defender el territorio”.

De acuerdo a estudios, las actividades diarias de los miembros de una pandilla determinan sus posiciones relativas, sus responsabilidades y obligaciones dentro del grupo. Asimismo, se juzgan las capacidades de sus integrantes de acuerdo con la forma con la que actúan en sus relaciones personales.

Por lo tanto, las pandillas están estructuradas por niveles jerárquicos; cada uno de los miembros ocupa un determinado lugar con funciones distintas. Las variables están vinculadas con la edad, antigüedad en la pandilla y condiciones para las peleas, entre otras.

“Miembros nucleares, habituales o continuos y circunstanciales o periféricos”, esa es la composición de estos grupos, según explicó la autoridad del Ministerio de Gobierno.





PROPONEN MÁS SANCIONES

Aumenta el consumo de alcohol y drogas

El consumo de drogas (lícitas e ilícitas) es una de las prácticas que está cada vez más acentuada en la juventud y, por lo tanto, en estos grupos. El consumo de drogas prohibidas en las pandillas es parte importante de sus dinámicas grupales, es un mecanismo de socialización al interior.

Según el Ministerio de Gobierno, las pandillas consumen alcohol, drogas e inhalantes. En Cochabamba, el 39,6 por ciento de las pandillas consume alcohol y el 59,1 por ciento alcohol y drogas

En Santa Cruz, un 6 por ciento de los grupos consume alcohol, y el 93,5 por ciento drogas. En tanto que en La Paz, en la zona Sur, el 21,6 por ciento alcohol, el 58 por ciento alcohol y drogas y un 18,8 por ciento inhalantes y drogas. En el centro, el 72,8 por ciento alcohol, el 20 por ciento alcohol y drogas y un 2 por ciento inhalantes y drogas.

El consumo del tipo de droga tiene que ver con las condiciones socioeconómicas de los integrantes de las pandillas. Asimismo, el consumo de sustancias ilegales tienen relación directa con los casos de violencia y los hechos ilícitos de los pandilleros.

Para resolver el problema de las pandillas juveniles, el Ministerio de Gobierno presentó el anteproyecto de Ley de Prevención y Lucha Contra la Delincuencia Juvenil y las Pandillas delictivas, ante la Cámara de Diputados para su pronta consideración.

Cabe señalar que para atacar el problema hay que empezar por saber las causas que lo originan: mala o ninguna educación, abandono, pobreza, desintegración familiar. Al respecto, la futura norma plantea varias alternativas.



Código penal

El proyecto propone la modificación del artículo 132 del Código Penal que señala:

“Artículo 132.- (Asociación delictuosa y pandilla delictiva). La persona que formare parte de una asociación de tres o más personas, destinada a cometer delitos, será sancionada con reclusión de seis meses a dos años o prestación de trabajo de un mes a un año. Igual pena se aplicará a los que formaren parte de pandillas delictivas”.

También se advierte de responsabilidad para las unidades educativas por la omisión o encubrimiento, las maestras, maestros o personal administrativo serán pasibles a la sanción.

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