“Estamos cansados de los ataques de los pandilleros, queremos que se acabe la delincuente en nuestro barrio”, demandó Patricia ayer en la oficina de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Los Tusequis, donde ella y otros vecinos del barrio Julio Leigue sentaron una denuncia por robo agravado y allanamiento de morada contra miembros de una pandilla.
El barrio Julio Leigue se sitúa en inmediaciones del octavo anillo, en la parte final de la avenida 2 de Agosto, en la zona noreste de la capital cruceña, donde los habitantes hablan en voz baja cuando se toca el tema de los pandilleros porque, en unos casos, los padres de los malvivientes son amigos o conocidos; y en otros, por temor a represalias.
“No me enfoque por favor, es peligroso que me reconozcan. Hablaré de espaldas a la cámara”, dijo Marco a los periodistas para contar que la madrugada de ayer, a las 3:00, llegaba a descansar a su domicilio, en la calle 8 de Diciembre, cuando fue rodeado y golpeado por un grupo de jóvenes, que le arrebató el celular y Bs 100 que tenía en un bolsillo.
“Me dejaron en estado inconsciente por quitarme mi teléfono y Bs 100. Tengo 10 días de impedimento físico y debo hacerme puntos de sutura, pero por falta de dinero no he ido al hospital”, explicó el joven mostrando una herida que supuraba sangraza en la frente.
Marco trabaja como chofer y cursa el último año de la carrera de Derecho en la ‘U’ estatal.
Agredió hasta a los policías
Patricia dio fe de la agresión a su vecino, Marco, y del daño que los pandilleros causaron a patadas y a pedradas en dos inmuebles de la calle 8 de Diciembre, tras lo cual los afectados llamaron a la Policía.
Patrulleros acudieron al lugar, donde los vecinos dieron nombres e incluso apellidos de los autores. De ese modo, los uniformados ubicaron a Gary T.P., considerado el maquiavélico del grupo, al que ‘todo mundo’ le teme en el barrio. Fue necesaria la fuerza de varios policías para reducir a Gary que, descontrolado por la furia y el alcohol, mordió la mano a un suboficial y rasgó el uniforme a otro, dijo el coronel Luis Chumacero, comandante de la Policía del puesto policial Los Tusequis.
“Todos sabemos que son los BDR o los Bandoleros que causan desmanes. Los padres, en vez de llamarles la atención, más bien los protegen”, señaló una de las cuatro personas denunciantes, que espera la apertura de un proceso penal contra el sindicado.
Gary T.P. fue puesto a disposición del Ministerio Público por la agresión a Marco. También pesan sobre él denuncias por el delito de robo agravado y una presunta violación
Era buscado por otros dos delitos
Gary T.P., supuesto integrante de una pandilla del barrio Julio Leigue, cayó en manos de la Policía la madrugada de ayer por sospechas de haber participado en grupo en la agresión a un vecino, al que lo despojaron de sus pertenencias.
Poco después, se supo que este sujeto tenía cuentas pendientes con la justicia por otros delitos: un caso de presunta violación a una muchacha, según la versión de Wilfredo P., padre de la afectada, quien se hizo presente ayer en el puesto policial de Los Tusequis confiando en hacer efectiva la detención del acusado.
También pesa sobre el aludido una orden de aprehensión emitida por el fiscal Ángel Álvarez el 24 de agosto de 2015 para investigar una denuncia por el delito de robo agravado.
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