Monday, September 19, 2016

Identifican unas nueve zonas rojas en la capital



Los chicos juegan en la canchita a medio alumbrar. Barrio Los Chacos, distrito 6 de Santa Cruz de la Sierra. “¡Goooool!”, gritan, locos. Es medianoche. En la penumbra, otro grupo, uno de mayores, se apostó sobre un banco. Uno fuma. El otro se yergue y camina de frente hacia los extraños (un equipo de prensa) que rondan el vecindario en una vagoneta blanca. “¿Qué (...) estás viendo, loco? ¡Enfocá esto!”, grita y viene rápido, con el dedo mayor del puño derecho alzado.

En la comisaría de la zona, un oficial dice que son pandillas. BDR, DCA2 o Bola 8. Cualquiera. No le preocupa mucho. Más le preocupa la señora a la que le robaron el celular y que no quiere regresar a casa por miedo a la paliza de su marido. Muchos piensan que el asunto se arregla con policías y más policías (hay 5.000 efectivos en la región, el 70% en la capital y faltan 1.000 más), pero este oficial no lo cree.

Tampoco lo ve así el sociólogo Guillermo Dávalos, autor de la investigación Inequidad y exclusión: pandillas juveniles 2007, quien, en su obra, sitúa el origen de la inseguridad ciudadana en la descomposición social y la falta de oportunidades iguales.

Ocurren cosas parecidas en el resto de la ciudad. En la avenida Cañoto, cerca de La Ramada, en pleno centro, el expendio de sustancias controladas al raleo entrampa a chicos y da condiciones para el delito.
Sobre esto, Enrique Bruno, secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación y responsable del Consejo Departamental de Seguridad, cree que se necesita tener un mapa cruceño del delito, con estadísticas (que el Ministerio de Gobierno maneja), y luego empezar a ver dónde encarar tareas de represión del delito y dónde y cuándo actuar con programas sociales de prevención del crimen.

¿Y el mapa del delito?
El mapa del delito en Santa Cruz de la Sierra no es público. Así lo han definido en el Ministerio de Gobierno, rector de la seguridad interior del país. Tienen una explicación: publicar los datos puede alertar a los perseguidos. Y esta reserva, incluso para con el Consejo Departamental de Seguridad Ciudadana, es observada por Bruno, que cree que, tratándose de la ciudad más extensa y la más poblada, esos datos no deberían ser reservados.

A pesar de eso, se puede identificar nueve zonas complicadas por la frecuencia y actividad delictiva, si se cita fuentes como el Consejo Departamental, comisarías y casos en la prensa. Violencia de género, robo, robo agravado, lesiones graves, microtráfico y organización criminal (pandillas grandes), citan Bruno y fuentes policiales. Tres barrios del distrito 6 (Pampa de la Isla), un par del distrito 7 (Villa 1.º de Mayo), otros tantos del distrito 12, El Arenal y Los Pozos y el vértice entre la Omar Chávez y la Cañoto (en el distrito 11), son cinco de las zonas citadas.

En las comisarías se añade a vecindarios del distrito 8 (Plan 3.000), La Ramada y del 2.º anillo (en el distrito 11), la zona del barrio 4 de Noviembre y próxima al río Piraí (distrito 1), La Colorada (distrito 9) y la zona del mercado Mutualista (distrito 5). Hacen falta más recursos, también. Y si bien Bruno señala la dotación de más de 300 motos y más de 150 camionetas 4X4, solo se destinan Bs 14 millones para seguridad ciudadana

No comments:

Post a Comment