Monday, February 13, 2017

La delincuencia golpea con más fuerza al centro de La Paz



Uno de cada cinco delitos que se cometen en la ciudad de La Paz tiene lugar en la zona central de la urbe, según el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana (ONSC). Los delitos contra la propiedad y las lesiones graves son los más frecuentes.

De 5.329 casos reportados en la urbe, en el cuadrante 7 —San Jorge, Cancha Zapata, San Pedro, El Prado, Camacho, Pérez Velasco, El Rosario, San Sebastián y Santa Bárbara— se produjeron 1.098, es decir el 20%.

Por el contrario, en el cuadrante 6 —Aranjuez, Mallasa, Jupapina y otras— se registró la menor cantidad. Solo 271, que equivalen al 5,1%.

“En los sectores céntricos es donde hay mayor comisión de delitos. Es que (allí) se concentran actividades comerciales y laborales, hay unidades educativas, mercados, bancos... hay más movimiento de gente y eso es llamativo para el delincuente”, dijo Carlos Urquizu, especialista en seguridad de la información del ONSC.

Al margen de la violencia familiar —361 denuncias, atribuidas al excesivo consumo de bebidas alcohólicas por el coronel Renzo Mercado, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV)—, los delitos más reportados son robos, robos agravados y hurtos, con 179 casos (16,3%), y lesiones leves, graves y gravísimas, con 156 (14,21%).

“Generalmente los ladrones hurtan y a veces la víctima no se da cuenta. Esto pasa en la plaza Eguino, Pérez Velasco y otros sitios, donde roban carteras y celulares”, precisó el analista.

Los antisociales trabajan entre tres o más personas, y en ocasiones hacen uso de armas punzocortantes, sostuvo el teniente-coronel José Arancibia, comandante de la Patrulla de Auxilio y Cooperación Ciudadana (PAC) Centro.

El 15 de marzo de 2016, por ejemplo, Geovani Roberto Asturizaga Villca, de 21 años, murió tras tres días de luchar por su vida en la Unidad de Terapia Intensiva de un hospital.

El 13, cerca de la calle “Honda” (Mercado), el joven fue interceptado por un grupo de antisociales cuando salía de una discoteca, quienes le clavaron un cuchillo en un ojo. Tres menores de edad se encuentran en el Centro de Rehabilitación de Calahuma por esa causa.

El 19, la Policía encontró a la salida del túnel de la calle Potosí a un adulto, quien se desangraba en el suelo. La víctima había recibido una puñalada en el estómago.

El 1 de enero de este año, Rafael Corvera Baudoin, de 19 años, murió tras recibir un disparo en el rostro cerca de las cinco de la madrugada en la avenida Camacho. El joven se había retirado con su pareja de la discoteca Trafic y hablaba con su madre por teléfono.

Luis Z. L. está con detención preventiva en el penal de Chonchocoro. Iván T., alias El Mono, confesó que querían robar el teléfono móvil para venderlo y seguir bebiendo en ese local.

En el cuadrante 7 hay 27 discotecas y 26 lenocinios establecidos, aunque se sabe que hay negocios clandestinos.

“Para evitar riñas y peleas, los vecinos nos piden control los fines de semana por las discotecas”, dijo Arancibia.

El punto “(donde atendemos más casos es) la Pérez Velasco y alrededores. Nosotros prevenimos el delito y cuando Radio Patrullas 110 nos llama para auxiliar, normalmente es por riñas y peleas. También desalojamos de las áreas verdes o las calles a gente que consume alcohol. Atendimos hechos de tránsito, robos y asaltos”, dijo Arancibia.

En las plazas Abaroa, Riosinho y San Francisco, y en las avenidas Camacho, 16 de Julio y otras, la fuerza pública identificó la presencia de alcohólicos e indigentes.

El ONSC aún procesa la información sobre los horarios en que se cometen más delitos. En el PAC informaron de manera vaga que noches y madrugadas son las más peligrosas.

En el centro también operan 16 pandillas, que tienen aproximadamente 538 integrantes, entre hombres y mujeres.

Entre los más conocidos están Cártel Family (varios de sus integrantes están detenidos preventivamente y dos se sometieron a un juicio abreviado y fueron sentenciados por la brutal paliza a una pareja en la calle Montevideo), Ladia Q. Par, Katanas, Barrio Unido, Orgullo Moreno, MQS, La Legión y Los Primos, entre otros.

“Cada pandilla maneja un sector de la ciudad de La Paz y lo que pretende es expandir su ámbito de actuación. No necesariamente un pandillero roba”, dijo Urquizu. Y es así.

El sábado 22 de agosto de 2015, Gastón Fabián Ávila, de 25 años, que formaba parte de la pandilla Family Riders, fue a una fiesta por el cumpleaños de Jorge Alejandro R. G., alias Pachy Play, en la discoteca Dubai ubicada en el pasaje Núñez del Prado. Hasta allí llegaron Miguel Ángel S. P., alias El Borolas, y su pandilla, los F-R. Party.

Pasada la medianoche, dos de sus integrantes se vieron envueltos en una pelea.

“Luego salieron todos a la calle, a eso de las 04.30 del 22 de agosto. A mi hijo le siguieron en dos coches hasta la avenida Mariscal Santa Cruz, esquina Colombia”, relató entonces su madre María del Carmen Ávila.

En el video de las cámaras de seguridad se puede ver cómo se detienen dos vehículos, de los que bajan dos personas, una saca un arma punzocortante y apuñala al joven.

La Razón hizo un recorrido la noche del 31 de enero por El Rosario, la Pérez Velasco y Sopocachi. En inmediaciones de la plaza Eguino, dos vendedoras sostuvieron que a partir de las 18.00, grupos de delincuentes rondan por el sector.

“Les tiran tierra para distraer; atacan entre tres y ubican a la víctima al medio; abren las ventanas de los minibuses para robar, les pegan a los ebrios que salen de las discotecas; se rompen botellas en la cabeza y hasta venden drogas”.

Y por la Comercio y la Pérez Velasco —contó otra gremial— hay asaltos a partir de las 22.00.

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