Tuesday, May 3, 2016

UN PROBLEMA QUE CRECE EN SUCRE Vivir en medio de la inseguridad


INFRAESTRUCTURA

La ampliación del colegio Franz Tamayo permitirá reunir a los estudiantes del nivel primario y secundario en un solo turno, evitando que los mayores pasen clases hasta cerca del anochecer.

Una antigua rivalidad entre dos pandillas es la principal causa de preocupación en el barrio Los Sauces, una zona relativamente nueva de la ciudad que se extiende en la zona noreste y que está ubicada en la cima de una pronunciada colina desde cuya cima se pueden divisar prácticamente los cuatro puntos cardinales de Sucre.

El vecindario de ese barrio tiene miedo transitar por la noche porque los constantes atracos callejeros que en el lugar se producen hacen que el lugar esté considerado como una de las “zonas rojas” de la ciudad.

Esta situación se ve agravada por la presencia de dos pandillas que siembran el temor entre los ciudadanos: Los Golpes –que dominan el territorio alto– y sus acérrimos y hostiles rivales, los Demos, “dueños” de la zona baja del barrio.

Estos dos grupos –según la versión del vecindario– suelen protagonizar violentas reyertas en plena vía pública, especialmente en ocasiones marcadas por el masivo consumo de alcohol como suelen ser las fiestas de Carnaval.

“Por aquí llueven piedras y cuchillos, acaban con muchos heridos. Llamamos a la Policía pero cuando llega la pelea ya terminó”, dice una atemorizada joven que reclama una mayor acción de las fuerzas del orden, más si a dos o tres cuadras se encuentra ubicado un amplio y moderno centro policial de la ciudad.

El problema de la inseguridad también alcanza a los estudiantes de la Escuela Franz Tamayo, en especial a los del turno de la tarde, los cuales abandonan el establecimiento casi al anochecer y son frecuentemente víctimas de ataques o agresiones.

Muchos de estos alumnos deben recorrer considerables distancias hacia la zona de las Siete Cascadas, tramo que resulta mucho más peligroso aún para su seguridad, de acuerdo a la versión de la directora del establecimiento, María Luz Enríquez.

La proximidad de la Estación Policial Integral (EPI) en esa zona no pudo devolver hasta ahora la tranquilidad al vecindario, que se lamenta por el elevado consumo de bebidas de jóvenes que aprovechan la oscudidad.

Otros vecinos se quejan por el servicio de energía eléctrica, situación que afecta a muchos habitantes de la zona pero especialmente a quienes desarrollan una actividad industrial, como es el caso de las carpinterías.

Estos cortes son por lo general intempestivos, según las denuncias, y algunos de ellos se prolongan por alrededor de cuatro horas. El vecindario no encuentra una explicación a esas deficiencias en el servicio de energía eléctrica.

Debido a que hace poco tiempo se construyó un tanque de agua en la zona, el servicio de dotación de agua potable experimentó una considerable mejora, aunque todavía algunos vecinos se quejan por la carencia de ese elemental servicio.

LOS VECINOS

Gualberto Espada
"En cuestión del alumbrado público y la electricidad cada vez nos cortan, no informan para prever nuestro trabajo. Nos perjudicamos todos".

Mariela Guerra
"La verdad hay mucha delincuencia, ahí atrás del tanque hubieron acuchillados, muertes. Se van a tomar toda esa parte es oscura".

Lucía Barrios
"Tenemos cerca el colegio Franz Tamayo, cuando no hay agua los baños están siempre sucios. Primero queremos agua para la higiene".

Maria Luz Enríquez
"Justamente esta es una zona roja, según pasa el tiempo eso nos preocupa. Tenemos estudiantes que son acosados por pandillas de este sector".

Una escuela con carencias
A punto de cumplir ocho años de servicio, la Unidad Educativa "Franz Tamayo" ubicada en el Distrito 2, en el barrio Los Sauces, atraviesa por una serie de dificultades debido a la falta de personal de apoyo.

Esa unidad escolar acoge a más de 600 alumnos en los turnos de la mañana y de la tarde, y cada año se incrementa la solicitud de nuevas plazas.
La directora de ese colegio, María Luz Enríquez, relata que la institución funciona actualmente sin secretario, no cuenta con los servicios de portería y tampoco tiene una línea telefónica.

"Realizar un trámite en el centro es difícil, a veces por falta de una llamada tenemos que salir por varios minutos", se queja.

Enríquez dice que los trámites para la dotación de ítemes administrativos corresponden al Municipio, mientras que el Servicio Departamental de Educación es el responsable de la implementación de un mayor número de docentes para atender el incremento constante de alumnos.

Como casi todos los habitantes de esa zona, los estudiantes, sobre todo del turno de la tarde, son víctimas de la alarmante situación de inseguridad debido al elevado índice delictivo de ese sector.

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