Monday, June 25, 2018

Desapareció el 22 de junio Hallan cuerpo de joven sin vida

El joven Mateo Ramiro Delgado Crespo fue hallado sin vida por inmediaciones del Plan Autopista informó la jefa de la División de Trata y Tráfico de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) La Paz, teniente Gaby Coca.

“Aproximadamente a las dos de la tarde fue encontrado el cadáver por el Plan Autopista y se ha remitido (el cuerpo) a la morgue para que se realice la autopsia forense”, señaló.

Ante versiones extraoficiales en sentido de que el joven se quitó la vida, Delgado respondió que se desconoce la causa de la muerte y que una vez que se practique la autopsia legal del cuerpo, se conocerá el origen del deceso.

Sin embargo, la autoridad policial manifestó que el caso ahora pasará a la División de Homicidio de la Felcc, para que se inicie el proceso investigativo del mismo.

Mateo Ramiro Delgado Crespo, de 20 años, desapareció el pasado 22 de junio por la noche cuando presuntamente se dirigía a la peluquería. Dos días después fue hallado su cadáver en cercanías del Plan Autopista.

Pando Brasileño a Chonchocoro por robo de armas

Odelio Becerra da Costa, el brasileño aprehendido la pasada semana en Porvenir, Cobija, fue enviado con detención preventiva al penal de Chonchocoro de La Paz, por el asalto y robo de armamento perpetrado el pasado 16 de junio a la Capitanía Menor Bruno Racua a cargo de la Armada Boliviana.

Luego de la audiencia de medidas cautelares que se llevó adelante el sábado, el informe fue emitido por la fiscal departamental de Pando, Patricia Romero, quien detalló que el brasileño fue imputado por la probable comisión de los delitos de robo agravado, robo de armamento y munición militar, además de lesiones graves y leves.

“En la audiencia desarrollada en el Juzgado Mixto de Porvenir, el Ministerio Público presentó los elementos de convicción y demostró los riesgos procesales que dieron lugar a la detención preventiva del imputado en el penal de Chonchocoro”, informó Romero.

De acuerdo con la información, existen indicios suficientes que vinculan a este ciudadano en calidad de autor de los ilícitos que se investigan dentro del caso asalto a la Capitanía Menor de Bruno Racua, registrado el sábado 16 de junio del presente año, cuando un grupo armado, conformado presuntamente por ciudadanos brasileños y bolivianos, se llevó armamento y munición militar.

Los asaltantes se robaron nueve fusiles AKT-56-2 más sus cargadores y cinco pistolas de dotación individual marca Taurus PT-24/7, además de dos cargadores. El armamento y las municiones se encontraban en el furrielato de la Capitanía Menor Bruno Racua de Porvenir.

Con ese antecedente, el Ministerio Público dio inicio a la investigación en contra de autores por la presunta comisión del delito de robo agravado.

En ese contexto, al mediodía del 18 de junio, se realizó un allanamiento al domicilio ubicado en el barrio La Amistad y avenida Bolivia, encontrando al interior del inmueble al ciudadano Odelio Becerra da Costa de nacionalidad brasileña, quien estaba acompañado de dos personas de sexo femenino.

“Becerra estaba en posesión de un arma de fuego tipo pistola marca Taurus calibre 9 mm con número de serie TBV07752 (propiedad de las FFAA), con su respectivo cargador y almacenamiento de 15 proyectiles (…). Este ciudadano al percatarse de la presencia policial, arrojó el arma de fuego hacia el colchón en su intención de deshacerse de ella”, agregó la Fiscal Departamental de Pando.

Entre los riesgos procesales acreditados por el Ministerio Público se encuentran la obstaculización de la investigación, peligro para la sociedad y peligro de fuga ya que el imputado al tener nacionalidad brasileña tiene la facilidad de salir del país.

Sunday, June 24, 2018

Continúa investigación en San Matías en medio de acusaciones

Luego de los informes policiales sobre el incendio de las instalaciones de UMOPAR en San Matías, las investigaciones, a cargo del Ministerio Público, continúa en medio de acusaciones. El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, afirmó que los pobladores encubren a narcotraficantes y los habitantes exigen que el Gobierno entregue a los responsables del asesinato del joven Franz Alejandro Álvarez.

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, afirmó que la población de San Matías en Santa Cruz, quemó instalaciones de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) el pasado lunes, en defensa de personas que tienen antecedentes y están ligadas al narcotráfico que espera sean sancionadas dentro del proceso que la Policía abrió para dar con los responsables de ese edificio y 26 vehículos.

“Después de los hechos, los informes policiales están en duda, esa investigación que ahora está a cargo del Ministerio Público, va ser la que va demostrar que toda esta población reaccionó como queriendo defender a narcotraficantes”, aseguró el Cáceres el día viernes luego de una conferencia de prensa donde presentó un informe semestral.

El funcionario, hizo alusión a las acciones tomadas por los pobladores de San Matías el lunes 18, luego del asesinato por disparo de arma de fuego de la patrulla de Umopar de Franz Alejandro Álvarez.

ENCAPUCHADOS

El hijo de un comerciante de verduras, Álvarez de 17 años viajaba en el asiento del pasajero del vehículo conducido por su hermano mayor de retorno al pueblo luego de pescar.

Según el relato, por fallas mecánicas el vehículo no logró frenar en el puesto de control de Umopar, pero al hacerlo más adelante, los efectivos encapuchados abrieron fuego y uno de los tiros atravesó la carrocería e hirió de muerte al joven.

Por razones aún no esclarecidas, que causaron sospecha en los pobladores, los efectivos de Umpar salieron huyendo del lugar y el joven fue trasladado por el familiar a un centro médico donde perdió la vida.

Producto de este hecho, la población salió en protesta y quemaron las instalaciones de Umopar dejando en cenizas 26 vehículos, ocho de la institución, dos motocicletas y el resto que eran producto de operativos e incautaciones a personas ligadas al narcotráfico.

Con ayuda del Ejército, se controló los disturbios y la Policía Boliviana presentó una denuncia contra quienes resulten autores de la quema del cuartel donde producto de las llamas gran cantidad de munición se perdió al igual que 15 fusiles M16.

De forma paralela, a la denuncia por la quema del cuartel, la Fiscalía también inició una investigación para determinar las circunstancias en las que falleció Álvarez.

En esa línea, Cáceres declaró que la familia y el mismo joven fallecido cuentan con antecedentes delictivos pero no respaldó su denuncia con pruebas.

“NO ERA UN ANGELITO”

El Viceministro, refirió que Álvarez estuvo presente en un caso de asesinato de cuatro personas en esa localidad hace un año y medio. También mencionó la caída de una avioneta con 300 kilos de droga y el caso de una funcionaria de aduanas que fue acribillada en esa población, pero en ninguno de los casos explicó cuál fue la relación con la víctima o su familia.

Cáceres aseveró que el día de los hechos, la patrulla de Umopar no logró aprehender a los familiares de la víctima porque estos abrieron fuego contra ellos y fugaron además arrojando una mochila donde aseguran se encontró droga.

“Emprendieron la fuga y como es costumbre la patrulla tiene que tener reacción, evidentemente en un momento confuso, la polvareda, la velocidad frente a la reacción y también el intercambio de (disparos) cruce de fuego (sobre eso) nuestros policías actuaron. Es cierto, lamentamos la pérdida de ese boliviano porque no había sido ningún angelito", indicó Cáceres justificando el actuar policial.

NO LE CREEN

La versión de las autoridades ha sido rechazada por la familia y la población de San Matías que exige al Gobierno que entregue a los responsables del asesinato.

En esa línea, el subgobernador de municipio de San Matías, Matías Gil, rechazó la versión policial de que Álvarez traficaba con drogas cuando fue intervenido por la Policía.

Remarcó que la mochila presentada por la policía en una foto, y que habría sido lanzada del vehículo de Alejandro, está en una carretera asfaltada cuando en la región solo hay vías con baches.

"Hasta el momento no hay nada de la droga que dice la policía, lo único que se ve en la tele es a un comandante diciendo que han pillado sustancias, tres kilos en una mochila, pero grave, muestran como prueba una mochila en una carretera asfaltada y acá no existe asfalto, es una carretera de puro pozo, parece que quieren buscar la forma de cómo desvirtuar la información", expresó la autoridad en entrevista con Erbol.

Gil dio fe de que Alejandro pertenecía a una familia humilde y trabajadora conocida en San Matías, que nunca tuvo problemas con la justicia, y que se dedica a la venta de frutas y comida. Reiteró que desde todo punto de vista la versión policial es falsa.

Versión de reo Hardy Gómez “Oti” pretendía tomar Chonchocoro

El reo asesinado en Chonchocoro, Víctor Hugo Escobar, alias “Oti”, proveniente de la cárcel de Palmasola, pretendía tomar la cárcel de “máxima seguridad” de La Paz y atentar contra la vida del comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, coronel José Siles, quien encabezó el operativo que puso fin al dominio de Escobar, según la declaración de Hardy Gómez, otro interno sentenciado a 30 años de presidio, principal sospechoso del asesinato del “Oti”.

“Gracias a la oportuna intervención de toda la población del ´Pabellón E‘ así como de todos los que viven en Chonchocoro, fueron en defensa de Hardy Gómez y ahí fue que acabaron con la vida de Oti. ¿Por qué razón? Porque mi cliente no apoyaba la noción del finado, de querer tomar la cárcel de Chonchocoro”, relató Franz Menacho, abogado de Gómez.

Las declaraciones, explicó Menacho, fueron hechas por su cliente ante la fiscal Liliam Calderón, asignada a la investigación del asesinato de Oti, producida el pasado martes al interior de Chonchocoro.

ANTECEDENTES

Según reporte de la Policía, cerca de las 14:20 del martes, cuando los reos de los diferentes pabellones de Chonchocoro se dirigían a la cancha de fútbol para actividades recreativas, Oti salió con su grupo del “Pabellón A” y fue interceptado por otro grupo de interno que encapuchados lo atacaron propinándole cerca de 20 puñaladas dejándolo mal herido, según los registros fotográficos, una de sus manos casi fue desprendida por la brutalidad de los cortes que recibió.

Javier Flores Copa alias el “Tacubayo” testigo presencial y sobreviviente del ataque contra el Oti, declaró que fueron atacados por más de 30 internos y uno de los principales autores sería Hardy Gómez, otro reo sentenciado a 30 años de cárcel por el asesinato de un joven en Santa Cruz.

Luego del hecho, la Policía recobró el control y aisló a Gómez, Álvaro Chávez y Einar Heredia.

El viernes por la mañana Gómez declaró ante la fiscal Calderón y negó los cargos asegurando que fue Oti quien lo atacó y salvó la vida gracias a la ayuda de otros internos, no sin antes recibir un corte en la mano derecha que tuvieron que suturar con 11 puntadas.

MUERTE POR ENCARGO

El día de los hechos, en Santa Cruz, Oscar Peña Mancilla, abogado y cuñado del difunto Oti había dado otra versión del hecho y afirmó que el asesinato de su familiar había sido ordenado por el mismo de gobierno, Carlos Romero, debido que Oti tenía mucha información sobre compra irregular de terrenos y venta de armas, además de que hace una semana su cuñado le había confesado que regaló a la autoridad una camioneta cero kilómetros.

Por estas declaraciones y una discusión telefónica que el mismo martes sostuvo con Vicente Ávalos, apoderado de Romero en esa ciudad, Peña Mancilla fue aprehendido por unas horas y el viernes fue citado para que declare como sindicado en el caso de extorsión Tigo Money que se realizaba desde Palmasola dirigido por Oti y su entorno familiar.

ARMAS

La versión de su colega Peña Mancilla, también fue rechazada por Menacho que además aseguró que Oti quiso reclutar a su cliente y entre sus planes estaba internar armas de grueso calibre a Chonchocoro.

Otra versión señala que Oti fue ultimado por encargo por encargo de la organización criminal del Brasil, “PGR” luego de haber filtrado información de sus operaciones.

CARRO BOMBA

“El occiso tenía contactos, quería ingresar armamento para darle a su soldados, seguidores y tomar la cárcel (…) debo manifestar también que el señor Víctor Hugo Escobar iba atentar contra la vida del coronel José Siles, porque este fue quien lo hizo trasladar (en mayo) de Palmasola a Chonchocoro, de la cual el occiso se la tenía jurada y estaba planeando poner un coche bomba para acabar con la vida del coronel, esos es lo que se tiene en conocimiento de todos los internos de Chonchocoro (…) En el tiempo que ya estaba, Oti estaba trabado de llegar a los treintones, ofreciéndoles droga así como dádivas económicas para que ellos lo puedan seguir y esta era la gente que iba a manejar las armas”, afirmó Menacho.

FAMILIA

Peña Mancilla calificó como inventos esas declaraciones y volvió a insistir en que los procesos abiertos en su contra y el entorno familiar del difunto, están forzados, asegurando que lo manifestado por Gómez sería una confesión obligada.

La investigación continua mientras ayer los familiares enterraron los restos de Oti en la población de Jorchito, en la propiedad de su padre.

Según los medios locales, para ese acto se tenía previsto el arribo de Lilian Ibáñez, pareja de Escobar con el que tenía dos hijas, pero la misma solo llamó y comunicó a su familia que Régimen Penitenciario no autorizó su salida del penal de San Sebastián en Cochabamba donde se encuentra recluida por los delitos de extorsión en Palmasola.

Filemón Sandoval, asesor jurídico del Ministerio de Gobierno, advirtió ayer que si el abogado del reo fallecido fuga del país será responsabilidad de la Fiscalía por no tomarle las declaraciones en una audiencia programada para el viernes en Santa Cruz.

Afirmó que Peña Mancilla tiene que demostrar sus acusaciones “temerarias” contra Romero y una supuesta relación con el reo fallecido sobre un supuesto tráfico de influencias que implicaría a Romero y el gobernador de Santa Cruz, en litigios por el derecho propietario de los terrenos donde se pretende construir la nueva cárcel de Palmasola, además de la recepción de un vehículo cero kilómetros y un supuesto vínculo con el tráfico de armas al interior de la cárcel.

Monday, June 18, 2018

Estuvo preso más de siete años, su madre pide su rehabilitación

Doña Felicia Rojas estaba en la casa del Plan Tres Mil donde vive como casera, cuando el 7 de junio vio en la televisión a su hijo José Alfonzo Soquere (33) hablando ante los medios de prensa, al ser liberado después de permanecer más de siete años y medio en Palmasola, siendo que la justicia solo lo había condenado a estar recluido tres años por robo. Es decir que estuvo recluido ilegalmente más de cuatro años.

“Yo sabía que él no iba a saber a dónde ir por los problemas mentales que tiene y me puse a llorar porque imaginé que iba a deambular y pasar frío en la calle”, contó la mujer. Su hijo de 10 años le preguntó por qué lloraba y le respondió que la persona que salía en la tele era su hermano.

Sin embargo, ella no supo qué responderle cuando el niño le preguntó cuándo lo iba a conocer, porque no sabía si iba a poder encontrar a José Alfonzo.

HIJOS

Sus hijos eran pequeños y solo su niña, que entonces tenía ocho años, recordó vagamente cuando José Alfonzo fue atrapado, golpeado y ‘chicoteado’ por un grupo de vecinos por haber robado un foco en su barrio en 2010.

En aquella ocasión su madre también lloró al ver a su hijo por televisión golpeado e insultado por la turba, mientras ella estaba hospitalizada tras haber sido sometida a una cirugía por un cáncer de mama que se complicó con problemas pulmonares.

La mujer contó que se gana la vida vendiendo empanadas y sandwiches en el mercado Los Pocitos, del Plan Tres Mil, pese a que por salud no debe cocinar.

Además, La última vez que doña Felicia vio a José Alfonzo fue en febrero, antes de Carnaval, cuando lo visitó en Palmasola. “Yo iba una vez al mes a llevarle comida; la última vez le llevé majadito a él y a sus amigos. Como está mal de la cabeza, es como un niño; ese día me pidió que lo llevara al peluquero y le hice cortar el pelo”, recordó.

El 14 de marzo doña Felicia, al igual que muchos de los familiares de los internos, estuvo en las puertas del reclusorio tras la intervención policial al centro, que acabó con la vida de siete internos y muchos otros heridos. La mujer pensó que José Alonzo era uno de los fallecidos, ya que aquella vez no pudo ver a su hijo.

“Una vez todo estuvo en calma, a través de la madre de uno de sus amigos que está preso, me enteré que él estaba vivo y que estaba bien, por eso me quedé más tranquila”, comentó.

TRATAMIENTO

La Dirección de Régimen Penitenciario y la Gobernación de Santa Cruz consiguieron que José Alfonzo sea recibido en el centro Misión y Desafío Peniel, que se encarga de la rehabilitación de drogodependientes. “Si bien el centro le dará acogida, el exreo será atendido y medicado por un siquiatra de Régimen Penitenciario”, informó el director de esta instancia, Ivert Melgarejo.

El director de Peniel, Marco Piotti, explicó que no es conveniente un contacto de la madre con José Alfonzo mientras no sea estabilizado, para evitar que quiera irse del centro, por lo que sugirió que el encuentro se dé por lo menos dentro de un mes, lo cual fue aceptado por doña Felicia.

Respecto a esto, el director de Políticas Sociales de la Gobernación, Duberty Soleto, indicó que debió solicitar un centro para apoyo a José Alfonzo luego de dejarlo libre y no antes. Observó que el órgano judicial debió detectar la situación de los enfermos mentales antes de derivarlos a prisión, siendo que precisan atención en centros especializados.

TRABAJOS

Antes de caer preso y ser sentenciado a tres años de cárcel y que la justicia boliviana se olvidara de él durante siete años y medio, José Alfonzo Soquere Rojas (33) había salido bachiller y tenía dos trabajos; atendía a los clientes y repartía pedidos en una salteñería en la calle 24 de Septiembre y luego caminaba hasta el mercado Los Pozos para trabajar en reparación de celulares, pues había estudiado ese oficio en un instituto.

Siendo adolescente, José Alfonzo y su pareja Eduviges P., tuvieron al pequeño John David y vivían en alquiler en el Plan Tres Mil. La vida de José Alfonzo transcurría con esa rutina de dos trabajos y la cría de su pequeño niño hasta que su esposa decidió irse a España. “El niño tenía un año y medio y se quedó con su abuela materna, pero al poco tiempo la madre de la criatura lo llevó con ella a España y no lo volvimos a ver. En julio John David cumplirá 18 años”, relató doña Felicia.

La separación de su pareja hizo que José Alfonzo cambiara, según su madre, de ser un joven responsable que tenía dos trabajos y dos cuartos en alquiler con todo lo necesario, a empezar a andar con malas compañías y a consumir bebidas alcohólicas. “Bebía porque tenía la esperanza de que su mujer iba a volver, pero luego se dio cuenta de que no retornaría”, señaló doña Felicia.

Fue en ese tiempo en que empezó a perder todas sus pertenencias, sus muebles, los electrodomésticos y quedó viviendo en un cuarto prácticamente vacío. En esas circunstancias, cuando doña Felicia fue operada por el cáncer que sufría, cayó preso por robar un foco de la casa de un vecino, según la mujer.

DINERO

Cuando se le pregunta por qué su hijo fue acusado de tentativa de homicidio y luego la investigación cambió a robo, Felicia Rojas dice ignorar el motivo y que no conoce mayores detalles, pues ella estaba internada cuando eso pasó.

Lo que sí recuerda es que cuando su hijo cumplió los tres años a los que fue sentenciado, ella se enfrentó con el pedido de un abogado que le dijo que se necesitaban Bs 5.000 para tramitar la libertad de José Alfonzo, algo que ocurrió casi cinco años después. (El Deber Digital)

Informe del BID Cárceles no disuaden la delincuencia

Un reciente estudio efectuado por Laura Jaitman, economista en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte que la tasa de población penitenciaria creció en 116% entre 1995 y 2012.

Es decir, por cada 100 mil habitantes entre 101.2 a 218.5 están presos. Sin embargo, el crimen aumentó más aún en ese período, las tasas de homicidios se duplicaron de 13 a 26 homicidios por cada 100 habitantes refiere la investigación.

El costo económico y social que demandan las cárceles como parte las políticas para enfrentar y disuadir el crimen no muestra eficiencia al momento de evaluar la relación costo – beneficio.

En Estados Unidos los resultados son más alentadores, si bien el encarcelamiento ha aumentado 19% entre 1995 y 2012, pasando de 595 a 709 reclusos por cada 100 mil habitantes, en el mismo período el crimen se ha reducido notablemente, tanto los delitos contra la propiedad como contra las personas. La tasa de homicidios bajó de 8, a 5 por cada 100 mil habitantes.

BOLIVIA

En el caso de Bolivia, recientes datos de la Dirección Nacional de Régimen Penitenciario señalan que en la gestión 2012, la población carcelaria en Bolivia alcanzaba a 13.500 personas, mientras que al 2017 aumentaron a 18.000.

En esta misma línea, registros del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestran la tendencia al incremento de la población carcelaria, concentrado la mayor población en el eje central del país, (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba), en ese orden. (2009, 8.073; 2010, 9.406; 2011, 11.195; 2012,14272; 2013, 14.415; 2018, 18.000)

VARIABLES DE LA DELINCUENCIA

Las variables vinculadas a las tasas de delincuencia, nacionales y regionales y sus determinantes en el largo tiempo tiene que ver con la distribución de la edad de la población, el número de policías, la severidad de las sanciones y ciertas políticas puntuales respecto de actividades ilegales, al menos las más mencionadas refiere la investigación.

Bajo la mirada de la cotidianidad, los potenciales criminales, aquí la variable de la edad es importante pero no definitiva, comparan los costos y beneficios esperados de realizar acciones criminales y los comparan con actividades legales.

Desde este análisis, el encarcelamiento actúa por dos vías concretas, puede disuadir el crimen haciéndolo menos atractivo por las sanciones más duras y por el efecto de “incapacitación” ya que (en teoría) durante la condena los criminales están en aislamiento y fuera del mercado laboral ilegal.

Sin embargo, hay poca evidencia a favor de la reducción en la reincidencia por el encarcelamiento, a diferencia, existe evidencia que las estadías en la cárcel pueden tener efectos criminológicos que intensifican el involucramiento en actividades delictivas de los exconvictos y también reduce sus oportunidades de empleo posteriores.

No obstante, el efecto principal que se espera del encarcelamiento es la incapacitación. Adentro de la cárcel, los criminales no pueden cometer otros delitos y, por lo tanto, debería reducirse el crimen afuera de la cárcel.

En Bolivia, los indicadores muestran resultados adversos respecto de las cárceles como agente disuasivo de la delincuencia cuya tendencia de incremento es de al menos 20% cada año, las redes sociales constituyen el instrumento de preferencia, según la referencia del perito informático del Instituto de Investigación Técnico Científica de la Universidad Policial (Iitcup), Eloy Ríos.

La disuasión del crimen, a través del aumento de la probabilidad de aprehensión, recae fuertemente en la Policía y en su articulación con la justicia.

“Hay muchas lecciones para América Latina de estos estudios. En primer lugar, los efectos múltiples y a veces contradictorios del encarcelamiento son complejos y requieren de estudios rigurosos”, señala al respecto Laura Jaitman.

El pasado 14 de marzo, un denominado “megaoperativo” de requisa policial, realizado a la cárcel de alta seguridad “Palmasola”, en Santa Cruz, Bolivia, ha puesto en evidencia la existencia de una intrincada red mafiosa que operada desde el interior de esa penitenciaría, inclusive utilizando desde sus propias celdas servicios financieros para la transferencia de dinero. Este hecho muestra que las cárceles, como en este caso, no son disuasivos del crimen.

ENCARCELAMIENTO E IMPUNIDAD

El estudio de la investigadora sobre Seguridad Ciudadana y Justicia, para el BID, refiere además que la baja resolución de casos en América Latina (menos de la mitad que en el mundo desarrollado) y la impunidad hacen que por más que la población privada de libertad aumente, esta amenaza de encarcelamiento, a veces, no se percibe como probable.

El aumento de la severidad de las penas que ya son largas no tiene un efecto en la reducción del crimen, con lo cual sería mejor invertir en la prevención del delito tanto con disuasión policial como mediante la mejora de posibilidades en el mercado laboral legal.

Por otro lado, la situación del sistema penitenciario plantea la urgencia de un riguroso análisis, los factores que favorecen a los efectos criminógenos de la cárcel tienen que ver altas tasas de hacinamiento (la ocupación en promedio casi duplica la disponibilidad de plazas), carencias en los servicios de rehabilitación y reinserción de los privados de libertad, deficiencia en la infraestructura carcelaria.

En Bolivia, el hacinamiento carcelario supera el 200%. A manera de ejemplo, uno de los casos más dramáticos se evidencia en la carcelta de Montero, Santa Cruz, que supera el 800%.

La precaria infraestructura construida para 50 personas, actualmente alberga a 432 privados de libertad quienes conviven entre basura, enfermedades infecto-contagiosas donde permanecen inclusive enfermos terminales.

A este factor se suma el aumento de presos sin condena, lo que hace que la incapacitación a la actividad delictiva también sea relativizada. “Si hay altos niveles de violencia dentro de las cárceles, la cárcel es un sitio propicio para delinquir (según datos de estudios no gubernamentales y prensa local, en algunos países el 70% de las extorsiones provienen de la cárcel)”, también señala Jaitman.

Este mismo registro comparativo, en el caso de Bolivia al 2012 el 83% de los recluidos eran detenidos sin sentencia, si bien al 2017 este registro es del 70%, la dificultad se encuentra en que la mayor cantidad de internos son preventivos, lo que constituye una grave y flagrante violación de los derechos humanos.

COSTO DEL ENCARCELAMIENTO

Por otra parte, es importante ver el beneficio y el costo, para una mejor asignación de los escasos recursos destinados al régimen penitenciario.

“Cuando pensamos en el costo del encarcelamiento, debemos considerar los costos directos como indirectos. Esto incluye por un lado el gasto del sector público en el sistema penitenciario pero también los costos sociales que provienen de tener población inactiva (si en la cárcel no realiza actividades productivas), los costos en términos de bienestar para sus familias, y los costos en el mercado laboral cuando egresan del sistema penitenciario, entre otros costos”, plantea la investigación.

El gasto en el sistema penitenciario es una parte del costo del encarcelamiento, la región en promedio destina aproximadamente un 0.15% del PBI. Si bien esta cifra pareciera ser no muy alta, para la mayoría de los países, significa el 50% superior al costo de financiar en su totalidad a los principales programas gubernamentales para el combate a la pobreza en México y Brasil, es otro dato revelado en el estudio de Jaitman.

Sunday, June 10, 2018

Caso asesinato de Carla y Jesús Dos implicados piden juicio abreviado

Priscila Choque y Johnny Desiderio Siñani, dos de las 10 personas encarceladas y acusadas por el asesinato de la pareja de enamorados Carla Bellot y Jesús Cañisaire pidieron ser sometidos a juicio abreviado y aceptaron haber encubierto y recibido los objetos robados, confirmó Marco Antonio Mostajo, abogado de las familias de las víctimas.

Carla y Jesús, la joven pareja de enamorados desapareció el primero de enero, luego de asistir a la fiesta de año nuevo en la Discoteca Planta Baja de la calle Figueroa. 19 días después sus restos fueron encontrados, vejados y maniatados con alambre de construcción dentro de dos sacos de yute al interior del embovedado del rio Orkojahuira de la zona San Simón.

La investigación de la Policía, por medio del rastreo de sus celulares, dio con los autores: los hermanos, Israel, Eliot y Mikaela León Fernández, los varones figuran como los autores del delito de asesinato violación y feminicidio.

También fueron acusados las parejas de estos, Estéfany Gizada, Priscila Choque y Rensso Cáceres, en ese orden, como cómplices del hecho.

Junto a ellos, también en grado de complicidad y la receptación de los celulares de las víctimas, están a acusados los esposos Alex Pozo y Carla Mayta.

Desiderio Siñani sería figura sindicado como autor de la receptación de objetos robados, por compra y venta del celular de Carla Bellot en el Barrio Chino de la ciudad de El Alto junto a Agustín Cruz, otro técnico responsable de borrar los datos del aparato.

Con esos antecedentes, Priscila Choque fue acusada también por facilitar la fuga de Eliot León quien tuvo que ser repatriado a Bolivia desde Brasil a donde había fugado incluso cambiando de fisonomía.

Si bien el abogado Mostajo aclaró que en el cuaderno de investigaciones solo figura la solicitud de Siñani, el pedido de Choque aún es extraoficial.

En esta línea, René Salazar, abogado de Choque, confirmó a EL DIARIO el pedido de la joven que dio a luz a su segundo hijo en la cárcel de mujeres de Obrajes donde se encuentra recluida.

Según Salazar, el pedido de juicio abreviado aún se encuentra en evaluación ante la Fiscalía que de dar curso a la misma, debe pasar el documento a conocimiento de la familia de las víctimas.

Salazar precisó que para este pedido, su defendida admite el delito de haber colaborado con la fuga de Eliot, aunque mantiene la versión de que desconocía los detalles del macabro asesinato y el grado de participación.

Mostajo explicó que las familias de Carla y Jesús no admitirán penas reducidas para ninguno de los acusados y aseveró que si la Fiscalía admite el pedido de un proceso abreviado, la única condición es que se los sanciones con las penas máximas.

En el caso de Siñani, afirmó, la sentencia debía ser por seis años y en el caso de Priscila de 10 por el grado de complicidad en el asesinato.

El proceso, aún continua en el juzgado cuarto de materia en los penal cautelar de la juez Wiat Belzu y Mostajo estima que en esta semana el caso pasará a conocimiento del Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción y Lucha Contra la Violencia, donde debería desarrollarse el juicio oral, donde la familia de las víctimas piden 30 años de cárcel para los principales autores.

Video 6 años de la desaparición de Zarlet Clavijo