La representante del Ministerio Público aseveró que para iniciar esta etapa del proceso sólo hacen falta los resultados del análisis genético de las muestras biológicas tomadas del cuerpo de la joven, para corroborar de forma científica que el vejamen estuvo perpetrado por los varones integrantes de la familia León Fernández.
La acusación será presenta a poco más de cinco meses de cometido el crimen, el 19 de enero, cuando sus cuerpos fueron hallados al interior del embovedado del río Orkojahuira, maniatados con alambres de construcción, cada uno de los cuerpos en bolsas de yute.
El caso logró notoriedad debido a la actuación diligente y efectiva de los miembros del Departamento Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) y la División de Homicidios de la Fuerza Especial de la Lucha Contra el Crimen (Felcc), quienes brindaron todos los indicios para el esclarecimiento del hecho, que causó el recelo de la Fiscalía Departamental de La Paz.
A diferencia del accionar en otros casos, como el denominado “bebé Alexander”, donde se dio sentencia a un médico a 20 años de presidio sin que existiera prueba científica, en el asesinato de la pareja Cañisaire Bellot se actuó con presteza.
La Fiscalía incurrió también en exceso al imputar y pedir el encarcelamiento de personas inocentes, como fue el caso de la estudiante de la Universidad Técnica de Oruro, Joseline Quisbert, a quien trajeron desde esa ciudad, con el presunto argumento de que era una de las cómplices de la desaparición.
Otras personas afectadas fueron las hermanas Graciela y Amalia Cuti Tola, dos humildes vendedoras, a las que imputaron de vender el celular de Carla Bellot Quisbert y de las hermanas Cuti, quienes, desde que fueron aprehendidas, sostuvieron que eran inocentes y detallaron el lugar y con quiénes se encontraban en el momento de la desaparición de la pareja nombrada, además de justificar cuál fue su relación con los celulares que también les fueron robados, pero no han sido escuchadas y en un inicio imputadas como cómplices del delito de trata de personas.
HERMANOS LEÓN
La fiscal Muñoz afirmó ayer que para la Fiscalía estaba claro que quién vendió el celular de Carla Bellot, en el “Barrio Chino” de El Alto, fue Israel León, el hermano mayor de Eliot y Mikaela, quienes fueron los nombrados como autores intelectuales y materiales del asesinato y vejación de la pareja.
Los mismos grados de responsabilidad tendrían Estefanny Guisada y Rensso Cáceres, parejas de Israel y Mikaela León.
Por otro lado, sin detallar nombres, la fiscal Muñoz señaló que otras cuatro personas serán imputadas por el delito de recibir objetos robados. Sobre el informe genético, Muñoz señaló que este debe identificar a quién pertenece el esperma hallado en el cuerpo de la joven, contra quien, por testimonio de los mismos implicados, se cometió un vejamen colectivo, luego de asesinar a su pareja Jesús Cañisaire, quien al tratar de defender a Carla fue ultimado por Israel León, con un golpe de fierro de construcción en la cabeza.
No comments:
Post a Comment