“No vamos a participar sin nuestra abogada”, fue la respuesta de Mikaela León una de las cinco principales implicadas en el caso, ayer cerca de la 11:00 cuando el fiscal Marco Antonio Vargas reinstaló la audiencia de reconstrucción del crimen, en la calle Caranavi de la zona Villa Fátima.
Según Mikaela, su abogada, Mónica Irusta, se presentó a las 08:00 de la mañana de ayer en el penal de Obrajes para acompañarla a la segunda parte de la reconstrucción pero al no tener la certeza de que se lleve adelante, se retiró.
A pesar de no contar con su abogada, con horas de retraso, Mikaela León fue trasladada a Villa Fátima y presentada ante la comisión de fiscales.
Irusta, que también patrocina al esposo de Mikaela, no se presentó al acto y la pareja señaló que no participará de del acto investigativo que debía iniciar a las 08:30 y que comenzó a las 11:09.
“Hemos sido tolerantes con los imputados, pero el abogado de dos de los imputados no se ha hecho presente, pero no podemos suspender este acto procesal, ya no estamos en los tiempos de acudir a chicanerías (pretextos jurídicos) para suspender actos legales. Es una estrategia por parte de la defensa y la Fiscalía no va tolerar ningún tipo de obstaculización a la investigación. Al contrario, precautelando los derechos de los imputados, se les ha designado abogados de Defensa Pública, para que los asistan", aseveró el fiscal Vargas.
A minutos de reiniciada la reconstrucción, Mikaela León y su esposo, Renzo Cáceres se mostraron renuentes, en especial la mujer que a pesar de la escolta policial indicó a su pareja callarse.
Pero, al entender que la Comisión de Fiscales continuaría con la reconstrucción los esposos decidieron participar.
“Es un derecho que ellos tiene de participar, o no, nadie los puede obligar pero sí deben acompañar el acto de reconstrucción y si quieren participar, están en su derecho", aclaró Vargas.
Enseguida, el grupo de imputados, dirigidos por fiscales e investigadores de la Policía tomaron la calle
RECESO FORZOSO
Cerca del mediodía, el acto investigativo sufrió un receso forzoso ante una nueva renuencia de Mikaela y Renzo, que por más de 30 minutos fueron separados del grupo para conversar con Vargas y la psicóloga de la Fiscalía debido a que existirían amenazas de muerte en contra de Renzo desde el penal de Chonchocoro, por los dos principales sospechosos, Israel y Eliot León.
Luego de este incidente, para precautelar mayores riesgos, Vargas determinó dividir el grupo de imputados y continuar con la reconstrucción.
Por un lado, los dos personajes señalados como los más peligrosos, Israel y Eliot y por otro lado Mikaela, Renzo y Estefany Guisada, conviviente de Israel, que ya en la primera jornada había relatado las amenazas que éste había realizado en contra de todo el grupo.
“En varios momentos existía contradicciones entre Eliot, Israel y Renzo y por estrategia se ha determinado dividir la reconstrucción en dos etapas.
En la primera etapa va a participar, Mikaela, Renzo y Estéfany que han declarado ser amenazados por los principales autores en este caso, posteriormente vamos a tener la reconstrucción con Eliot e Israel", declaró Vargas a EL DIARIO.
Cerca de la 14: 20 inició la reconstrucción del traslado de los cuerpos con los tres primeros implicados, que de manera parcial explicaron cómo se deshicieron de los dos cuerpos en el rio Orkojahuira.
La versión de los hechos según Israel y Eliot continuó hasta cerca de las 21:00 y con ello se cerró la segunda jornada de este acto investigativo que se prevé podría continuar con otra recreación de lo que pasó con los celulares de Jesús y Carla.
El jueves, se dio inicio a la Inspección Técnica Ocular (ITO) seguida de reconstrucción de los hechos sobre el asesinato de la pareja de enamorados, el primero de enero, a manos de los miembros de la familia León Fernández.
Esa jornada, se estableció que la reconstrucción se daría en tres escenarios, la Discoteca Planta Baja, donde Carla y Jesús fueron contactados por la familia León; el domicilio de Israel León en la zona San Simón donde se perpetró la violación y asesinato de la pareja y por último el embovedado del rio Orkojahuira donde los delincuentes abandonaron los cuerpos al interior de bolsas de yute.
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