Wednesday, November 13, 2013

Suman casos de taxistas dopados y asaltados

Según datos divulgados por la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), se han incrementado los casos de taxistas dopados a quienes les roban sus vehículos. El incremento de demandas que llegan a esta unidad policía alarmó a las autoridades que pidieron a los choferes no caer en el juego de recibir bebidas o alimentos, que pueden contener somníferos. En muchos casos, los vehículos robados son trasladados y comercializados, de manera ilícita, en localidades alejadas como San Matías.

Último antecedente. En un reciente caso registrado por la unidad de Diprove, un taxista indicó que recogió a una pasajera y durante el viaje la mujer insistió en invitar cerveza al chofer, este accedió y luego perdió el conocimiento y lo dejaron sin su vehículo. Con esta forma de operar han arrebatado varios automóviles, la mayoría vagonetas tipo taxi, indica la policía, que pide precaución a los hombres del volante. “En la última denuncia el chofer indica que aceptó tomar un vaso de cerveza y fue pildoreado”, señala Juan Carlos Arauco, director de Diprove, quien agrega que “en estos casos se trata de pasajeras, que convencen a los choferes de tomar un refresco o cerveza”, por ello les pide ser precavidos en situaciones similares, y limitar el contacto con los pasajeros, menos aceptar bebidas alcohólicas.

Por lo general los autos robados bajo estas características, son desmantelados y vendidos por pieza, o terminan en comunidades alejadas, donde no hay un control estricto de los automóviles que transitan por esa zona.

Los taxis se venden en las comunidades. Muchos de los motorizados que son robados en la ciudad, terminan en comunidades alejadas de la capital, indica el informe policial, donde son comercializados sin control, es así que Diprove se traslada hasta San Matías, donde recuperan los vehículos robados. “Vemos que las vagonetas de los modelos 88 a 90, son requeridas en las comunidades para utilizarlas como medio de trabajo”, agrega Arauco, que ayer presentó a la prensa cinco automóviles que fueron encontrados en la citada comunidad.

El antecedente devela falta de control. Los trabajadores del volante señalan que hay una falta de seguridad en retenes y por las noches, que es cuando muchos prefieren trabajar, por diferentes motivos. "No se puede trabajar tranquilos de noche", comenta Jorge, que hace cinco años maneja una vagoneta Toyota Corolla, que es de una tercer persona. "Uno nunca sabe quien va subir al taxi, debe haber más control policial", señala el trabajador, que ante la consulta de si en alguna oportunidad aceptó tomar algunas copas con sus pasajeros, indica que "me ofrecen todo el tiempo, principalmente los fines de semana, depende de uno ya si acepta o sigue trabajando", responde.

Esta situación se repite en más de un chofer que "abusa de su suerte", y se arriesga más, que solo llevar a su pasajero de uno a otro punto de la ciudad, y terminar durmiendo y sin auto.

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