La realidad, sin embargo, es muy diferente. El perímetro amurallado está coronado por el frontis y por el costado más próximo a la Villa, con alambres de púas y alambres electrificados. Sumado a las atalayas con guardias armados otorgan una idea de alta seguridad, pero que en la realidad fue burlada por algunos presos.
Los alambres electrificados carecen de electricidad. Las torres de vigilancia están impedidas para permitir la visión del interior del penal, ya que las ramas de los árboles han crecido tanto que han invadido el perímetro de los muros y el pasto ha logrado altura que fácilmente cubre a una persona de pie.
Las armas con que cuentan los vigilantes, por su antigüedad, la humedad del clima y su falta de mantenimiento, se encuentran oxidadas y desvencijadas. La munición de igual modo es vetusta y oxidada.
A la pregunta de si comprueban periódicamente si el armamento dispara, los guardas señalan que no lo saben. No cuentan con un campo de tiro y toda munición que usen, deben reponerlas comprándolas.
LA POBLACIóN DEL PENAL
La población del penal está compuesta por 250 varones y 20 mujeres. Sin embargo, estos datos no reflejan el hacinamiento que se percibe en el Penal Modelo de Pando. La Trabajadora social del penal, Leslie Cordero Zeballos, señaló que muchos internos llegan con mujer e hijos, los que pasan a vivir en el penal.
Cordero señaló que no está permitido, pero que en la realidad ocurre. Las cónyuges y concubinas de los privados de libertad alcanzan a 63 mujeres. La mayoría sale en el día a realizar diversos trabajos en Cobija, reincorporándose al penal en la tarde, para pernoctar en el recinto. En estas familias se han contabilizado un total de 55 niños, para quienes el penal es su hogar.
Dentro del penal se observa la existencia de carpintería que permite a muchos reclusos el generar ingresos para sus familias.
Los efectivos policiales evitan ingresar al recinto y realizan sus guardias desde el exterior. A simple vista se puede ver a internos utilizando celulares o saliendo del perímetro interno del penal que consiste en una malla.
Los varones y las mujeres detenidas no se encuentran separados. Las detenidas preventivas deben de alquilar seguridad, proporcionada por las mismas presas, para poder moverse en el penal, sin ser “veintiochadas”, es decir violadas en grupo.
El alquiler de celdas, el pago por protección, el ingreso de sustancias controladas son cosas de todos los días para la población del penal.
EL MOTÍN
A fines del año 2012, el Comando Policial a través de uno de sus entes operativos, detectó que penados salían bajo el método de dar parte de urgencias médicas. Este hecho fue mantenido en reserva hasta hace unas pocas semanas. Sin embargo, al momento de la denuncia provocó que las medidas de seguridad se hicieran más efectivas, provocando un motín de los reclusos.
Si bien las peleas al interior del penal se produjeron por discusiones entre grupos de internos, a la larga se tradujo en enfrentamientos entre brasileños y bolivianos. Los reclusos cuentan con armas blancas, principalmente machetes, así como droga y alcohol, siendo el volteo o robo de droga el detonante para el motín que mostró a una policía sin medios y a presos envalentonados.
Un guardia, que pidió reserva de su nombre, dijo “quieren plena libertad para tomar y hacer churrascos (parrilladas). No nos atrevemos a ingresar al recinto”.
Los internos prendieron fuego a los techos del ingreso del recinto, los que eran de materiales combustibles impregnados con impermeabilizantes, lo que permitió que ardiese de inmediato.
Desde la fecha de los hechos no se ha buscado a los culpables ni menos a los instigadores, pese a que existe un manifiesto que lleva firmas de los dirigentes de los presos.
ACUSADOS Y AUSENTES
Fruto del motín y como exigencia de los reclusos, el Órgano Judicial procesó al Juez de Ejecución Penal, la que ante la falta de pruebas de las acusaciones de malos tratos fue absuelta.
Otra de las denuncias de los privados de libertad es la ausencia del penal de manera continua, del Director de Recinto Penitenciario. Cuando este medio concurrió a las instalaciones del Penal Modelo de Villa Bush, se señaló por la guardia que el Director estaba en el recinto. Ya obtenido el acceso al lugar, se informó que “acababa de salir”.
Los penados indican que el Director de apellido Sempértegui no aparece por la cárcel y que estaría trabajando en la Diprove, otra repartición policial encargada de investigar delitos de robo de vehículos.
En los hechos, el penal se encuentra bajo la responsabilidad de un teniente de Policía, quien actúa como jefe de seguridad.
LOS FUGADOS
Con cinco presos fugados desde fin de año de 2012 a la fecha, algunos de ellos violadores y asesinos, la Cárcel Modelo de Villa Bush ofrece todo tipo de facilidades a quienes deciden no permanecer entre sus muros.
Salvo en la parte frontal y un costado, los muros son de baja altura – nos más de tres metros- y de fácil acceso por los penados.
Recién a más de un mes de la última fuga, ocurrida hace dos semanas, se procedió al corte del pasto de más de metro y medio de altura, que hacía imposible la visión para los guardas en las atalayas. Se han improvisado puestos de guardia, consistentes en un colchón y un pedazo de calamina como techo, a fin de reforzar la vigilancia nocturna
Kenas de Carvalho Ferreyra y Saulo Zabala da Silva, son los últimos prófugos. El primero cumplía condena de treinta años por el asesinato de Jorge Alberto Nuñez Udaeta y el segundo estaba detenido preventivamente por abigeato o robo de ganado.
A comienzos de año fugaron Lander Galarza Cartagena, boliviano de 25 años, acusado de violación, Tony Oliveira Procenio, acusado de robo, de 33 años, brasileño, Adailton Barbosa Da Silva, acusado de violación.
Barbosa fue recapturado por la policía brasileña, cuando deambulaba ebrio por Brasileia. El preso fue devuelto a las autoridades bolivianas.
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