El pedido dramático de Lazcano, condenado a 10 años de prisión por violación, refleja el sentir del resto de la población carcelaria que se incrementó un 30% con relación al año pasado, informó Hugo Cuéllar, representante regional de Régimen Penitenciario.
Humanos amontonados
Las vetustas celdas montereñas están asentadas en el patio trasero de la Policía en un espacio de 18 metros de ancho por 19 m de fondo. En la celda 1 (5x4) hay 58 reos; en la celda 2 (6x4) viven 82 internos; en la celda 3 (6x4), 91; en el ‘bote’ (celda de aislamiento de 3x4 metros), 32 presos y en dos celdas de 4x5, 14 mujeres.
En cambio, el denominado Centro de Readaptación Productiva, situado a 10 kilómetros de Montero, en la carretera a Okinawa, consta de tres pabellones con más de 40 celdas que pueden albergar a 280 internos. Fue inaugurado por el Gobierno en noviembre de 2012 para solucionar el hacinamiento, pero no funciona por falta de instalación eléctrica, que imposibilita el suministro de agua para los 17 reclusos que viven desde enero de este año en el nuevo recinto.
Asimismo, ayer se constató que el nuevo penal todavía está en fase de construcción de los comedores, habitaciones para los policías y galpones donde se piensa instalar los talleres de carpintería, de sastrería, de computación y de educación escolar a distancia por radio.
La Defensoría del Pueblo verificó tal situación el martes e instó a las autoridades nacionales y locales a completar las obras y reubicar a los internos.
Posible solución en 30 días
Hugo Cuéllar dijo que la Gobernación se comprometió a instalar la energía este mes. José Luis Parada, secretario de Hacienda y Economía de la Gobernación, indicó que en unos 30 días se dotará de energía eléctrica al penal, puesto que la Asamblea Departamental dio el visto bueno y se cumplió con los requisitos exigidos por el Gobierno central. “Este no era problema nuestro, pero a alguien se le ocurrió que la Gobernación lo haga y lo estamos haciendo”, dijo Parada
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