Tuesday, May 7, 2013

Piezas robadas se llevan fuera del país o son fundidas en joyerías

De la joyería al templo, y del templo a la joyería. Ese es el periplo que atraviesan algunas alhajas que son fabricadas y donadas, por fe, como ofrendas a las imágenes de vírgenes y santos que están en los templos. Algunas de estas joyas son robadas.

Coronas, anillos, cadenas, bastones, canastillos, cirios y otras joyas que adornan a vírgenes y santos son sustraídos de las iglesias y vendidos a joyeros por su elevado valor, en gramos de oro o de plata.

Así lo manifestó la especialista en Patrimonio Eclesiástico Patricia Dueri, quien aseguró que más allá del valor económico que tienen estas piezas en el mercado local o internacional, está el histórico, artístico y religioso.

Cuando se trata de copones, candelabros, sagrarios y otros que son utilizados en las misas, éstos en algunos casos también van a parar a joyerías para ser fundidos.

Otros objetos de valor son sacados de Bolivia y llevados a Europa o países de Latinoamérica, donde son comercializados en el mercado negro.

El director del museo y del convento de Santa Teresa, padre Linton Guzmán, indicó que en una ocasión también se pudo encontrar piezas de arte sacro en el Mercado San Antonio.

“En el sector donde venden artesanías hemos encontrado cáliz y copones. No podemos permitir que eso siga por ahí”, manifestó.

A raíz de esta denuncia, este medio de comunicación acudió al lugar para verificar si existían este tipo de piezas, pero luego de un recorrido por el pasaje de artesanías no se pudo encontrar ninguno de estos objetos religiosos.

ANTICUARIOS

En algunos departamentos del país existen anticuarios, donde son comercializadas piezas de arte sacro.

En el caso de Cochabamba, la calle España es un referente de este tipo de piezas. A lo largo de una cuadra se han establecido seis anticuarios donde se puede encontrar tanto objetos que se utilizan en una misa como los que se usan para decorar las iglesias.

Pero según las personas que se dedican a este negocio, en pleno centro de la ciudad, estas piezas son forjadas por artesanos bolivianos.

“No nos queremos meter en problemas. Es por eso que no compramos piezas que pueden ser utilizadas en una iglesia y tienen dudosa procedencia”, afirmó Verónica, una de las comerciantes de los anticuarios.

“Hay algunas personas que vienen a ofrecer, pero no las aceptamos”, añadió.

Explicó que las piezas de arte sacro que se comercializan en estos lugares son hechas por artesanos cochabambinos y a pedido.

En los anticuarios se puede encontrar copones, cáliz, candelabros, sagrarios, rosarios, ángeles, arcángeles, cuadros de todo tipo y otro material que está en exposición. Estos objetos son fabricados en los talleres de los artesanos.

A los anticuarios acuden párrocos de todo el país para hacer la solicitud de las piezas sagradas.

“Incluso vienen párrocos para llevar piezas a otros países porque conocen la calidad de nuestro trabajo y lo llevan a los lugares donde son asignados”, manifestó.

Asimismo, los párrocos de iglesias cochabambinas mandan a fabricar en estos lugares nuevas piezas, cada cierto tiempo.

MATERIALES

Las materias primas que se usan en los anticuarios son especialmente la plata, alpaca y bronce. Los artesanos se rehúsan a trabajar con oro por el alto costo de las piezas fabricadas con este material.

Pese a que hay solicitudes para fabricar piezas de oro, las mismas son rechazadas porque los artesanos consideran que es un riesgo muy alto labrar y repujar este tipo de material.

Otros feligreses y párrocos prefieren encargar estas piezas en otros materiales, precisamente para evitar los robos, debido al alto valor del metal dorado.

Encargar una pieza de arte sacro en uno de estos anticuarios tiene un costo que depende del material y de los detalles de repujado.

Por ejemplo, un sagrario hecho en bronce puede llegar a costar hasta 5 mil dólares y un copón entre 1.500 y 2.500 dólares.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Venta de piezas nuevas

Los anticuarios que están en la ciudad aseguran que comercializan solamente piezas nuevas, para evitar problemas legales a raíz de la ola de robos que hay en el país.

Los objetos de arte sacro que están en exposición en estas tiendas son fabricados para mostrar el trabajo de estos artesanos, o son pedidos que deben ser entregados a sus clientes.

Pedidos para iglesias de otros países

Los anticuarios de Cochabamba fabrican piezas de arte sacro que son enviadas a otros países de Latinoamérica como Chile y Uruguay.

Los artesanos reciben también pedidos a distancia. El tiempo de entrega de estas piezas depende de los detalles que el cliente requiera; mientras más sencillos son los trabajos el tiempo es menor.

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