Fuentes allegadas al penal informaron a Página Siete que tres internos que ocupaban una celda común en la Posta, se trasladaron con sus pertenencias a un ambiente de la construcción.
“Necesitamos más espacio para vivir y como dijeron que este espacio iba a ser de uso común están ocupándolo para poder dormir y tener un poco más de espacio”, informó la fuente.
Según denuncias y documentos, desde agosto del año pasado empezó la construcción con la inversión de algunos reos con el fin de vender celdas nuevas u ofrecerlas en anticrético.
Página Siete accedió a documentos de preventa por la que, en uno de ellos, se habría pagado 10.000 dólares por un ambiente.
El director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, dijo en un principio que esos espacios iban a ser de uso común, pero con los documentos del presunto negocio que hacían algunos reclusos anunció acciones.
Así, el pasado miércoles, 42 jóvenes menores de 21 años fueron trasladados de Calahuma a San Pedro para que ocupen las nuevas celdas de la Posta, lo que provocó el enojo de los reclusos y también de los muchachos.
Tras un acuerdo, los jóvenes regresaron el jueves a Calahuma. Algunos reos de la Posta tomaron los nuevos ambientes para que “nadie más les quite. Sabemos que ya hay celdas vendidas, pero otras no”, dijo la fuente.
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