Wednesday, January 23, 2013

Hay taxistas que se protegen con herramientas de un posible robo



Los taxistas de El Alto que realizan el servicio de transporte público llevan herramientas, como destornilladores, llaves, alicates, palos. Aunque esta medida no ha impedido que por lo menos 60 compañeros suyos hayan sido asesinados por delincuentes que les robaron sus motorizados.

Los 60 crímenes entre 2006 y 2012 afectaron a tres sindicatos. El 90% de los choferes pereció por estrangulamiento dentro de sus taxis. Ninguno de los vehículos fue recuperado hasta el momento, según los conductores organizados en sindicatos. Pocos fallecieron por disparos de armas de fuego o por apuñalamiento.

Éstos son datos obtenidos de voz de los sindicalizados, pues la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) no tiene el número de casos. Cuando La Razón pidió los datos, el director de esa unidad policial, coronel David Quintanilla, respondió que debían realizar el conteo y eso llevaría mucho tiempo.

El sindicato 29 de Mayo presenta la mayor cantidad de víctimas, 53, según su secretario general, Freddy Baptista. “Los motivos por los que nos atracan es porque trabajamos las 24 horas sin armas ni resguardo”, opinó.

Este dirigente se refiere a que la Policía no les permite portar armas de fuego, como habían solicitado, ni cuchillos porque los policías los califican de asaltantes cuando realizan sus batidas, pero sí portan herramientas sobre todo durante las noches.

Armados. En este horario, ellos llevan a su lado izquierdo, entre el asiento y la puerta, una bolsa con palos, alicates, llave cruz u otras herramientas para defenderse. También revelaron que portan cuchillos camuflados en el mango de la caja de cambios. Freddy Baptista contó que el trabajar con armas blancas les trajo problemas porque cuando los detectó la Policía, ellos fueron acusados de ser delincuentes pues no tenían autorización para portarlas.

“¿De qué autorización hablan?, estamos expuestos a la violencia de las pandillas y asesinos, ahora te matan sin piedad alguna”, protestó.

Los choferes expresaron que propusieron a la Policía colocar rejas dentro de sus coches detrás del chofer, en el espaldar de los asientos delanteros, pero manifestaron que su pedido fue denegado pues éstas podrían servir para la realización de secuestros. Pero los conductores recordaron que este tipo de delitos no se presentan en esta ciudad.

Ante la negativa, los choferes sugieren ahora la instalación de casetas de control policial en las principales avenidas y también vuelven a demandar una autorización para portar armas de fuego.

Uno de los taxistas que logró sobrevivir a un ataque narró que las arremetidas se producen por detrás del chofer, cuando éste conduce por alguna calle alejada a las avenidas. Contó que los delincuentes trabajan entre tres, uno se sienta en el asiento contiguo al conductor y los otros dos en el de atrás.Cuando se inicia el recorrido, relató, éstos conversan sin despertar sospechas.

Emergencia. “El de adelante expresó vamos a mi casa, ahí vamos a cañar (tomar bebidas alcohólicas), como era de noche dijo que era difícil ubicarse.

Entonces manifestó como sorprendido, ¡no!, ¡no! es por aquí, ésa fue la señal, doble y luego sentí algo en mi cuello que me presionaba, atiné a tocar la bocina sin soltarla eso alertó a los vecinos de Alto Lima. Ellos se escaparon y me dejaron una marca en el cuello y un golpe en la cabeza”, relató Lorenzo Troche, taxista del sindicato 29 de Mayo, el incidente que casi le ciega la vida.

A raíz de este ataque, ocurrido hace poco más de un año, Troche optó por portar en su bolsillo un arma blanca, al lado izquierdo un palo y una llave de mecánico y, no sólo eso, sino siempre lleva el celular listo para llamar de emergencia.

Según el secretario general del sindicato de taxistas Rafael Pabón, Henry Quispe Rada, ahora los delincuentes usan armas de fuego porque saben que los taxistas se defienden de diferentes formas. “Muchos colegas han logrado sobrevivir gracias a que se defendieron con sus herramientas, lamentablemente otros murieron”. Él propone que se otorgue a los conductores gases en aerosol para defenderse. “Incluso se podría dotarnos de bastones eléctricos”. Este sindicato tuvo cuatro bajas en los últimos cuatro años.

El sindicato 18 de Diciembre, que se convirtió en radiotaxi Pulpos, tuvo tres víctimas en los últimos tres años. Todos perdieron la vida por estrangulamiento y ningún motorizado fue recuperado.

No hay pedidos de rejas

El director del Organismo Operativo de Transito (OOT), coronel Édgar López, afirmó que no existe ninguna solicitud de los choferes para colocar rejas dentro de los vehículos. “Éstas pueden ser incluidas en los motorizados siempre y cuando la estructura del mismo cumpla con las condiciones para hacerlo”, explicó.

El director especial de Movilidad Urbana de la Alcaldía alteña, Carlos Lima, afirmó que en la Ley de Transporte que aún está en debate y análisis en las organizaciones sociales se podrá insertar temas de seguridad previo consenso con los vecinos, porque se trata de la calidad del servicio y de su seguridad.

Hay 60 casos de asesinatos y un solo detenido

Hasta el momento no existe ningún caso de asesinato y robo de motorizado a taxistas esclarecido, según los choferes sindicalizados. La Razón fue a consultar a la Fiscalía de El Alto acerca de los procesos cuyas víctimas son taxistas, pero nadie supo responder si había juicios penales o en qué estado se encontraban si es que éstos existían.

El único aprehendido por este tipo de delitos, hasta ahora, es Efraín Mamani Quispe, alias El Muerto, quien fue reconocido por un chofer de taxi que sobrevivió a un ataque en octubre de 2010. La Policía atribuye a Mamani al menos 33 asesinatos de taxistas. Él está detenido en Chonchocoro de manera preventiva, pues el proceso en su contra sigue su curso.

“Al único al que se imputó por la muerte de choferes es a Efraín Mamani, pero no es el único pues hay varios asesinos, sin embargo la Policía dice que él ha matado a casi todos y eso no es cierto. Sabemos por experiencia propia que incluso hay mujeres involucradas en estos crímenes”, dijo el conductor de taxi David Gemio.

“Así es, la federación ha soportado muchas veces la pérdida de colegas de trabajo que son por lo menos 60 casos y que en los últimos cinco a siete años no se han resuelto, y tampoco se recuperaron los vehículos robados,”, ratificó el secretario general de la Federación Andina de Choferes El Alto, Ismael Fernández.

‘Fue un grupo de mujeres’

“A las 05.00, hace poco más de un año, llevé a un grupo de pasajeros, todas mujeres, hasta la Periférica, lugar donde intentaron drogarme con dulces.

Era mucha su insistencia, pero al no ceder, se enojaron y quisieron atacarme. Entonces me defendí y se escaparon. No llevaban más armas que sus pastillas y caramelos. Otros compañeros no corrieron la misma suerte y fueron acuchillados, ahorcados o les dispararon, tuve suerte”, narró José Luis Pacohuanca.

‘Escuchamos todo’

“Un compañero subió a tres personas, dos muchachos y una señorita, en la calle 3 de la avenida 6 de Marzo. Le pidieron que los lleve hasta Acribol. En un momento del trayecto, lo atacaron y el colocó la radio entre sus piernas, escuchamos todo. Le pedían dinero, él rogaba para que no lo maten, lo golpeaban y le decían que se calle o que le iban a disparar. No lo hicieron, pero todos escuchamos lo que pasaba sin saber de quién se trataba”, David Gemio.

‘Parecía una treta’

“Conducía por la avenida Costanera, vi a lo lejos que un taxi estacionó y luego el conductor me hacía señas para que pare, me asusté y aceleré. Pero vi por el retrovisor que se trataba de un asalto. Tres personas se acercaron a él y empezaron a golpearlo, pido que me disculpe quien haya sido, pero uno nunca sabe si se trata de una emergencia o una treta de los delincuentes para robarte y matarte. Ojalá esto se acabe pronto”, Ronald G.

‘Apareció tirado en el suelo’

“Él tenía que hacer un servicio a Viacha. En el camino parece que le dijeron que se desvíe, pero luego supimos que apareció tirado en el suelo, muerto con un disparo en la cabeza. Mucho no se sabe de los detalles porque la Policía no dice más al respecto. Ahora, los delincuentes usan armas de fuego y ya no sogas ni pitas, no piensan en que quitan una vida humana y que detrás de nosotros hay familias que nos esperan todos los días”, Julio Velarde.

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