El primer lugar lo ocupa El Salvador con una sobrepoblación del 299%, le sigue Bolivia con el 233%, lo cual, en cifras, quiere decir que la capacidad carcelaria del país es de únicamente 3.738 reclusos, pero en la actualidad se albergan alrededor de 8.700 presos. Existe una población carcelaria excedente de 4.962 reclusos.
Otro dato importante es que del 100% de los reclusos, el 16% tiene sentencia ejecutoriada. Esto significa que se ha demostrado su culpabilidad por la comisión de un delito a través de un proceso penal que concluye con una sentencia condenatoria.
El 84% restante está formado por presos detenidos preventivamente o que esperan una sentencia, es decir quienes aún esperan que se pruebe su inocencia o culpabilidad.
Muchas de ellas esperan por largos espacios de tiempo, en algunos casos años, la programación o celebración de audiencias. Es alarmante la situación de aquellos presos que se encuentran confinados “preventivamente” por mayor tiempo que el de la pena a la cual responderían en caso de ser culpables.
Preventivos y carcelaria
Más allá de los datos, dice el informe, es importante hacer hincapié en quiénes conforman la población carcelaria.
El prejuicio por lo general radica en asumir que todos los que se encuentran en las instalaciones penitenciarias son aquellos condenados y sentenciados por haber cometido un delito. Sin embargo, gran parte de la población carcelaria está detenida a causa de una medida cautelar usada de manera excesiva, denominada “detención preventiva”.
Las causales previstas son por peligro de fuga y de obstaculización. En la práctica, su invocación no siempre está debidamente fundada ni justificada por los fiscales, lo que es consentido por los jueces.
El estudio destaca además que muchos reclusos viven en las cárceles, mujeres y niños.
No comments:
Post a Comment