Según el informe, el 57% de los hogares afectados por robos son de gente con bajos recursos sufrió robos, un 28% de los hechos delictivos afectaron a familias de renta media y sólo un 15% a gente de ingresos elevados.
Una encuesta de victimización realizada en el eje troncal y en la ciudad de El Alto sobre delitos contra la propiedad permitió al ONSC obtener esos resultados. Se consultaron aproximadamente 2.702 hogares el año 2011.
De acuerdo con los datos obtenidos en la ciudad de El Alto, el 75% de los hogares víctimas son de bajos ingresos, mientras que sólo el 3,7% de las familias víctimas son de ingresos altos.
A principios de este año se registró una ola de atracos y robos en esa urbe y la ciudadanía quedó alarmada tras el asesinato de los hermanos periodistas Peñasco, en febrero, en el que cogoteros terminaron con sus vidas.
Días después de su captura, los vecinos quemaron las casas de los sospechosos y anunciaron que iban a hacer justicia con mano propia con cualquier delincuente que encuentren por las zonas.
El Gobierno posesionó recientemente a los miembros del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, que tienen un plazo hasta fin de año para impulsar políticas y ejecutar acciones que disminuyan la delincuencia.
El 28 de septiembre se aprobó el Decreto Supremo 1362, que delinea el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana para llegar a la población con acciones preventivas para luchar contra la actividad delictiva.
Según la estadística presentada por el ONSC, el hurto a personas pertenecientes a hogares de baja remuneración económica es casi cuatro veces más que el timo a familias con una renta elevada y dos veces más que en las de las clases medias.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Henry Baldelomar, dijo que los datos deben servir para que los consejos departamentales de seguridad trabajen en mecanismos de prevención.
Punto de vista
marcelo fernández SociólogoLas personas de bajos recursos no tienen acceso a seguridad como por ejemplo puestos policiales o medios que les permitan luchar contra la delincuencia. Eso les hace más vulnerables al delito. El tema no pasa por los policías sino más bien por la organización de autoridades que necesitan conocer nuevas estrategias preventivas que desarrollan algunas comunidades.
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