Monday, October 1, 2012

Trata de personas una problemática que afecta al departamento de Oruro

- La trata de personas es una problemática que también afecta a la sociedad orureña, pero se “oculta detrás de cortinas guindas, en viviendas particulares, donde se hacen citas clandestinas para incentivar la prostitución”, reveló el ex fiscal José Calle López.

La ex autoridad hizo un seguimiento al caso durante cuatro años, verificando viviendas, teléfonos y celulares, horas de encuentro de las citas entre hombres y mujeres, los nexos que se utilizan para “atrapar” a las señoritas, ofreciéndoles incluso calificaciones, “si es que participan de una reunión con varones”.

En conversación con EL DIARIO, explicó que “el problema en Oruro es muy delicado”, pero que a pesar de los riesgos hizo el seguimiento desde que era funcionario del Ministerio Público.

El trabajo fue silencioso, para evitar sospechas, especialmente entre los involucrados, que son los principales nexos para “contratar” a las señoritas.

“Lo más sospechoso, es que esas casas de citas tienen ventanales con cortinas guindas o rojo carmesí (…) es algo así como un distintivo, pretendiendo demostrar su alto fervor cívico, pero detrás de las cortinas se realizan encuentros sexuales que comprometen a profesionales de toda índole, entre los que se encuentran algunos odontólogos, farmacéuticos, docentes, médicos, policías y otros”, relató.

Reveló que de manera oportuna se hizo llegar un informe detallado a la alcaldesa Rossio Pimentel, para que pueda preocuparse de este problema, a través de las unidades de Defensoría de la Niñez y Adolescencia, para empezar a investigar y a detectar esta clase de hechos que están sancionados por la ley.

“Si su digna autoridad dispone de un tiempo y visita cualquier extremo de nuestra ciudad, podrá percatarse que no solamente estos inmuebles de la zona central están comprometidos con actos ilícitos, sino también otros que están ubicados en la urbanización Huajara, La Aurora, Plan 500, Vinto, Barrio Jardín, Barrio Ferroviario, Itos, Chiripujio, Villa Challacollo, San José, Alto Oruro, donde existen casas sospechosas con cortinas guindas”, afirmó la ex autoridad.

Consideró que el uso de las cortinas guindas, parece insignificante y que nada ilícito se efectúa, pero después de la investigación, se ha podido verificar la salida de jovencitas que están siendo prostituidas.

“Llama la atención el hecho de que en horarios de oficina, en los referidos inmuebles, se encuentran estacionados vehículos motorizados, tanto de servicio particular como de servicio público, incluso vehículos oficiales, incluidos los de la comuna y, en forma coincidente, esos inmuebles pertenecen a funcionarios públicos”, según la investigación.

El seguimiento a esos casos ha continuado después de ocupar el cargo de fiscal, para no dejar en la incógnita semejante similitud de las casas con cortinas guindas, pero también es muy raro que las llamadas telefónicas surjan de esas viviendas hacia las otras que tienen el mismo cortinaje.

“Parece una red de trata de personas que requiere mayor investigación, primero para constatar qué clase de actividad se desarrolla al interior de esas habitaciones, donde especialmente se encuentran consultorios odontológicos, farmacias y otros inherentes al rubro, además de domicilios particulares”, advirtió.

El cuaderno de investigaciones incluye teléfonos, celulares y hora de llamadas. La red funciona a la perfección. En caso de problemas o que la habitación esté ocupada, inmediatamente surge una llamada a otro lugar donde también existe cortinas guindas.

“El caso parece increíble”, dijo.

Por eso, pidió una investigación para establecer las causas para que esas personas acudan a esos inmuebles, cómo se contactan con las víctimas, especialmente mujeres, que desempeñan sus actividades en instituciones públicas o privadas, presionadas tal vez por aquella obediencia jerárquica, presión moral o psicológica.

Recordó que, de acuerdo al artículo 15 de la Constitución Política del Estado, parágrafo II, “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad”, pero con la existencia de esa red de prostitución, está deteriorándose la seguridad ciudadana y la vida digna de hombres y mujeres.

Calle dijo que el Estado, por intermedio de sus autoridades, tienen la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión que tenga por objeto degradar la condición humana, que puede causar la muerte, dolor y sufrimiento físico, sexual o psicológico.

Por eso, explicó que las casas con cortinas guindas, parecen ser indiferentes e insignificantes, pero se desarrollan actividades ilícitas, empezando por edificios que están ubicados a una cuadra de la plaza 10 de Febrero o frente al edificio del Colegio Simón Bolívar, o detrás de la Escuela Normal Angel Mendoza Justiniano.

“Hay un sinfín de direcciones en toda la ciudad, con esa identificación”, agregó.

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