UNA GUERRA
Luego del brutal asesinato de Javier Canchi Choque en Sivingani, el comandante de la Policía de Cochabamba, coronel Elvin Baptista, anunció una guerra contra las pandillas. Exhibió una lista de los grupos, pero no quiso difundirla “para no caer en una cacería de brujas”. Eso sí, advirtió que los líderes de estos grupos ya están identificados y que les seguirán los pasos porque los policías irrumpirán en sus “territorios” con “mega” operativos para desbaratarlas y frenar sus avances.
Según el anteproyecto de ley que es analizado por las cámaras de Diputados y de Senadores de Bolivia, las pandillas delictivas son "grupos de tres o más personas que comparten una identidad social, que se reúnen y actúan con la finalidad de cometer hechos tipificados como delitos en el Código Penal”.
Están formadas por varones y mujeres cuyas edades oscilan los 13 y los 25 años. Para ingresar a una pandilla, los postulantes se someten a rituales que van desde las peleas con grupos rivales, robos y ataques a otros menores, hasta el abuso físico. A las mujeres les exigen mantener las relaciones íntimas con los líderes o con varios miembros para ser aceptadas. Cada pandilla tiene entre 15 y 100 integrantes.
Los tatuajes son una marca que les da identidad e historia. Imitando a pandillas de otros países, tienen varios tipos de tatuajes. Los “románticos” son los rostros o nombres de las mujeres que han dejado huella en ellos. Cuando han perdido “hermanos” de la misma pandilla, se tatúan lágrimas cerca de los ojos o el nombre de ellos en los brazos o el pecho. También inscriben en su cuerpo las alianzas con otras pandillas que, generalmente, tienen símbolos de víboras, escorpiones, arañas, dragones, demonios o ángeles caídos, que son complementados con otras figuras que representen sus pactos.
Atrás quedaron los tiempos en los que los grupos juveniles se enfrentaban a puñetes con sus pares. Ahora la mayoría recurre a las armas para defenderse o atacar. Prefieren las armas blancas como los cuchillos y estiletes con los que “puntean” (hieren) a sus víctimas, para demostrar poder y robarles mochilas, celulares, zapatillas deportivas o dinero. Se estima que el 15 por ciento de las 72 pandillas tiene acceso a armas de fuego para amedrentar a los “enemigos”. Otras armas, comúnmente usadas por estos grupos juveniles, son las “contundentes”. Es decir palos, bates, barras metálicas, cadenas, manoplas, piedras. Otros grupos portan cuchillos, estiletes y desarmadores para “defender “ su territorio.
DATOS CONFUSOS
Por varios años, la ausencia de una política estatal respecto a las pandillas se evidenció, entre otras cosas, en las estadísticas del registro de estos grupos, que son completamente distintas y contradictorias. Por ejemplo, en 2013, el Observatorio de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Gobierno reportó que había 762 pandillas en el país. Dos años después, en 2015, la Policía y el viceministro de Seguridad Ciudadana, Carlos Aparicio, afirmaron que en el país había 269 pandillas, con 7.731 integrantes. Esto, aunque la sensación de inseguridad creada por pandilleros ha aumentado y la comisión de delitos por parte de estos grupos se ha multiplicado en Bolivia. En Cochabamba, ocurre lo mismo. La falta de una política de Estado al respecto ha permitido que, en algunas gestiones, los comandantes de la Policía instruyan a las unidades llevar un registro de todos los adolescentes o jóvenes que cometan delitos, investigando si son integrantes de alguna pandilla. Esos años, las estadísticas e información acumulada sobre estos grupos juveniles fue abundante, pero la falta de seguimiento en las gestiones de otros jefes policiales derivó en que hayan períodos sin datos.
De allí, presumiblemente, nacen las diferencias entre el registro de 762 pandillas en 2013 y, dos años después, la cifra se redujo a 269, pese a que los ataques y crímenes pandilleros en los barrios bolivianos se multiplicaron y creció la escalada delictiva.
En 2013, el Comando de Cochabamba informó que en el eje de la conurbación Sacaba, Cercado, Quillacollo había registrado 200 pandillas, de las cuales 32 operaban en la ciudad en ese tiempo. Actualmente, al menos existen 72 pandillas en Cercado y se estima que, en el Valle Alto y Bajo, son muchas más.
Lista de pandillas en Cochabamba
1.- Los Teddy Boys
2.- Cártel Central
3.- Puro Lokos
4.- Hierba Lokos
5.- Reyes de Villa Pagador
6.- Panteras Negras
7.- Pibes Chorros
8.- La Alta Joda Barrio Marevi
9.- Mala Fachas de Cerro Verde
10.- Chicos de los Andes
11.- Los K-10
12.- Calle 13 Sipe Sipe
13.- Sensación Quilla
14.- Yerba B
15.- Vía 9 Guadalupe
16.- Plan B
17.- Bochincheros
18.- Chicos de Pukara
19.- Rat Boys Sorata
20.- Warner Bros
21.- Lobos Quintanilla
22.- Los Dogos del Abra
23.- Locos Kanguros
24.- Regue Boys
25.- Dukes de El Abra
26.- Warner Bros Chacacollo
27.- Alta Joda Barrio Kami
28.- La Honda Suecia
29.- Wachichorros
30.- Ballanos
31.- Desubica2
32.- La Gran Viu
33.- Los inmortales Movimiento Urbano
34.- Talento DJ
35.- Cártel DJ
36.- Los Chicanos de Pacata Alta
37.- Los Taquiñeros
38.- Los Inocentes del Cruce Taquiña
39.- Los Latinos de Pucara Grande
40.- Los Demons
41.- Los Italianos de Itocta
42.- La Honda de Tamborada B
43.- Los Troyanos de Champa Rancho
44.- Osos Polares
45.- Pibes Chorros
46.- Pocos pero locos de Villa Pagador
47.- Wachinderos de Villa México
48.- Kinos Drak
49.- Makako
50.- Crosris
51.- Mara 18 de Molle Molle
52.- Gran Cártel de la zona central
53.- Los Gran Bigu de Villa Pagador
54.- Los Sobritos de Villa Pagador
55.- La Onda de la zona norte
56.- Los Nazis de la zona oeste.
57.- Los Punks de la zona sur
58.- Vatos Locos de la zona central
59.- Escorpiones de la zona sud
60.- Los Villanos
PANDILLAS DE MUJERES
61.- Leydiis LHB Damas de corazón negro
62.- Las Potras Indomables de Pucara
63.- Chicas del Calvario
64.- Chicas JPC
65.- Chicas Sensación
66.- Leidys Warner
67.- Leidys Honda Inocente
68.- Doguitas
69.- Las Sabrositas
70.- Leydis K7
71.- Chicas Líder
72.- Las Tremendas
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