Romero enfatizó que el traslado para los jóvenes implica la ruptura del plan de medidas de reinserción social, que deben ser abordadas con mucha responsabilidad, puesto que el llegar a esos extremos implica el fracaso de las instituciones y la ejecución de las medidas que están establecidas por ley.
La delegada de la Defensoría del Pueblo en Tarija, Carola Romero, en torno al Centro de Rehabilitación de menores Oasis, informó que la Ley de la Niñez y Adolescencia establece mecanismos y terapias de reinserción social, para los menores de edad privados de libertad, pero cuando fracasan se da lugar a la devolución de un adolescente a las calles, donde este vuelve a reincidir o cometer nuevos ilícitos u otros hechos lamentables.
Romero explicó “en ese sentido no se puede entender que un adolescente salga de un centro de reintegración en peores condiciones, por lo que de tal forma la potestad de la ley establece la obligatoriedad, en este caso, del Servicio Departamental de Gestión Social Sedeges, quienes se encuentran justamente a cargo de esta instancia”.
En este contexto, acentuó que se deben de impartir las terapias necesarias que puedan restablecer al menor; esto ya sea en el tema de su conflicto con las sustancias controladas, en las que en la mayoría de ellos inciden, como también en cuanto a la división familiar y los diferentes problemas de índole emocional, psicológico y hasta psiquiátrico que pueden estar padeciendo.
“Se han observado casos en los cuales se ha derivado a los adolescentes al recinto penitenciario de Morros Blancos, cuando han cumplido su mayoría de edad, lo cual resulta realmente lamentable porque esto implica la ruptura de su plan de medidas de reinserción social específicamente, que reitero debe ser abordada con mucha responsabilidad. El llegar a esos extremos implica el fracaso justamente de las instituciones y la ejecución de las medidas que están establecidas por ley”.
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