Friday, January 19, 2018

La red de 16 implicados en la desaparición de Carla y Jesús

El rastreo informático que se hizo a los celulares de la pareja desaparecida en Año Nuevo le permitió a la Policía armar una red de implicados en torno a este caso. Los indicios de responsabilidad varían según la persona, incluso se presume que el único “crimen” de algunos fue el no denunciar el robo de sus celulares a tiempo.


Jesús Cañisaire y Carla Bellot, ambos de 25 años, estuvieron el 1 de enero en la discoteca Planta Baja. Ese fue el último lugar donde fueron vistos, llevan 19 días desaparecidos.


A partir de la investigación realizada por la División de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) y el Ministerio Público se estableció que cuatro personas que estuvieron en la misma discoteca se apropiaron del celular de Cañisaire (ver infografía).


El aparato pasó por una serie de manos hasta llegar a las de Leonardo Gutiérrez, quien lo entregó a la Policía.


El celular de Carla, por otro lado, tuvo otro recorrido. Aún no se explicó cómo ocurrió esto ni se estableció una relación entre quienes tenían el aparato de la joven con los que tenían el de su pareja.


El celular de Carla estuvo en manos de Johnny Siñani que lo vendió a una muchacha que reside en Potosí por 700 bolivianos. A esta muchacha se la encontró con el aparato.


Por el momento sólo uno de los cuatro sospechosos que estuvieron en Planta Baja fue capturado.

Aún se busca al resto.


En la red que se armó figuran las tres primeras detenidas por este caso. Sin embargo, según sus abogados, todo apunta a que no tuvieron participación alguna en la comisión de un delito. Su error fue no denunciar el robo de sus celulares el año pasado ni cancelar los registros con sus nombres.


Una de ellas es Graciela Cuti. Un chip registrado a su nombre se colocó en el celular de Bellot el 3 de enero. Por ello un juez la envió a prisión, pues se creía que ella hizo esta operación. Pero Cuti dijo que era inocente y que le robaron el celular y su chip en 2017. No lo denunció ni canceló los registros.


Luego se descubrió que el chip de Graciela y el celular de Carla lo tenía Johnny Siñani.


Su hermana Olga fue detenida porque -según la Fiscalía- se hizo pasar por Graciela, “perjudicando” así la investigación.


La tercera detenida en un principio fue Josseline Quisbert, residente en Oruro. En un celular registrado a su nombre se colocó el chip de Jesús el 2 de enero. Se pensó que ella hizo esto, pese a que la imputada dijo que ese celular le robaron a su prima el año pasado.


Luego se descubrió que, efectivamente, el celular registrado a su nombre lo tenían otras personas, las mismas que tuvieron el chip de Jesús en sus manos.


Envían a la cárcel a los últimos detenidos


Los dos últimos aprehendidos por la desaparición de la pareja fueron enviados a la cárcel con detención preventiva. El juez primero de instrucción en lo penal, Román Castro, tomó esa decisión ayer en la audiencia cautelar.


“Se determinó la detención preventiva del varón en San Pedro, y de la mujer en Obrajes. Conforme a la investigación que se hizo del celular de Jesús Cañisaire”, informó ayer uno de los fiscales asignados al caso, Leticia Muñoz.

Se trata de Israel León y Carla Mayta, imputados por complicidad en trata y tráfico de personas.


Lo que se sabe del primero es que estuvo junto a sus hermanos y su cuñado en la discoteca Planta Baja el 1 de enero, cuando la pareja desapareció. Además que él indicó que su hermana, Micaela León, se apropió del celular de Cañisaire.


Sobre Mayta se informó que ella se contactó con Micaela para recoger el celular robado de una calle en Villa Fátima.


Ya son siete personas que fueron aprehendidas por este caso. Tres están en prisión y cuatro con detención domiciliaria.

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