Los amigos de lo ajeno, en efecto, también deberán cuidarse de no dejar huellas auriculares. Es decir, huellas de las orejas en diferentes superficies.
En Alemania, recientemente un hombre fue condenado por 96 casos de robo, ya que se encontraron las huella de su oreja -que los expertos consideran tan capaz de identificar inequívocamente a una persona como las digitales- en otros tantos sitios que habían sufrido robos.
El ladrón descuidado -un “Dumbo distraído”, según el apelativo irónico de la prensa- es un hombre de 33 años oriundo de Macedonia, según reportó la revista Spiegel.
Su técnica consistía en apoyar la oreja con firmeza contra las puertas y ventanas de la vivienda elegida para asegurarse de que nadie estaba en el interior y evitar encuentros indeseados para ambas partes.
Una vez seguro, se dedicaba a robar joyas, dinero en efectivo y equipos electrónicos, sin tener en cuenta que acababa de dejar un detalle comprometedor.
El hombre fue detenido por primera vez el pasado diciembre en conexión con un robo en Kiel, y luego vinculado con otros episodios similares en Hamburgo, unos 90 kilómetros al sur. Junto con las huellas auriculares, se utilizaron también pruebas de ADN y huellas digitales. “Las huellas auriculares son similares a las digitales en términos de valor como evidencia”, dijo la Policía.
No comments:
Post a Comment