Cuando la vendedora le comunicó sus sospechas, el delincuente sacó una navaja y se la puso al cuello sin mostrar la mínima piedad por el llanto del hijo pequeño de la mujer que le gritaba angustiado desde el el baño de la tienda.
“No te muevas ni grites si quieres vivir”, le advirtió el hombre de tez blanca y estatura mediana, mientras el niño lloraba y gritaba “mamá!”
Un cómplice del ladrón procedió a cargar las llantas en un vehículo y le dijo que salga rápido al hombre que mantenía intimidada a la comerciante. El hecho ocurrió a las 11:00 del martes 15 de mayo. La denuncia ya fue presentada a la Policía y el caso es investigado.
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