Antiguas placas de plata labradas que revestían el altar mayor del templo patrimonial de Laja, municipio del departamento de La Paz, fueron robadas la madrugada del pasado viernes, según manifiesta un reporte del periódico digital Oxigeno.
Según el documento, se presume que más de una persona haya participado en el delito que es investigado por la Policía.
“Son placas grandes de plata que estaban en el altar mayor del templo las que se han llevado; felizmente no han tocado cuadros ni otros tesoros”, informó a Oxígeno el padre Yves Beguem, párroco de la iglesia de Laja.
El robo se habría producido la madrugada del viernes y fue descubierto el mismo día por el sacristán de la iglesia quien no tuvo otra opción que realizar la denuncia a las autoridades policiales de la población de Achacachi para que inicien la búsqueda de las reliquias.
“Estaba yo trabajando cuando viene el sacristán que abre y cierra el templo y me dice que algo ha pasado”, contó el párroco quien al verificar que la cerradura de la puerta había sido violada.
Los efectivos se hicieron presentes en el lugar la mañana del pasado sábado para recabar huellas y otros indicios.
Asimismo, verificaron que habían desaparecido las robustas placas de placa que revestían el altar del templo desde su construcción que se remonta hacia 1550.
“Han tenido que ser varios y tener bastante tiempo para desarmar y llevarse las placas”, conjetura el padre Beguem, sacerdote nacido en Togo (África) quien hace cuatro meses es párroco de la iglesia.
El poblado de Laja se encuentra a 36 kilómetros de la Sede de Gobierno a una altura de 3.960 metros sobre el nivel del mar. Debe su fama al hecho de haber sido la “cuna” de la actual ciudad de La Paz donde el capitán conquistador español, Alonzo de Mendoza, la fundó en pos de tener un lugar apto como asentamiento para la nueva ciudad que serviría como punto intermedio en la ruta desde El Cusco y Arequipa hasta La Plata (actual ciudad de Sucre).
El histórico personaje se detuvo en la aldea de indios aymara denominada Llaxa o Lappara donde años antes, los conquistadores ya se habían instalado, no lejos de esta aldea. Al capitán Alonzo de Mendoza le gustó el lugar, por lo que decidió apresurarse y el 20 de octubre del año 1548 fundó en el lugar la ciudad de La Paz.
El poblado de Laja es conocido también por su antigua iglesia en la plaza principal, que forma parte del atractivo del pueblo. En 1545 los conquistadores comenzaron la construcción de una iglesia para sus necesidades rituales. Más de cien años después, en 1680, la iglesia fue reconstruida incorporándole los rasgos de la arquitectura renacentista que aún hoy puede apreciarse.
A ambos lados de la entrada, en la fachada, se incorporaron columnas con cuatro relieves de monos y águilas bicéfalas. Las águilas representaban el símbolo de la colonia y los monos, la milenaria cultura de Los Andes. Como resultado se obtuvo este mestizaje arquitectónico. Es probable que la iglesia haya sido sometida a nuevas reconstrucciones más tarde, toda vez que en uno de sus campanarios se aprecia la inscripción “1903” en la piedra.
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