Los agentes salieron del Comando Departamental de la Policía antes de las 16:00 y fueron acompañados por miembros del Ministerio Público.
Los rastrillajes, que son parte de las acciones de seguridad ciudadana, lograron detener en primera instancia a jóvenes que estaban consumiendo bebidas alcohólicas en espacios públicos y luego se dirigieron hasta los ductos de las aguas pluviales, donde se retiró a hombres y mujeres que pasan sus días en estos lugares.
A muchos de estos sujetos se les encontró clefa y otras sustancias alucinógenas. También se halló dentro de los canales del segundo, tercer y cuarto anillo objetos que no les pertenecían y que se presume fueron robados a los transeuntes.
Un barrio diferente
Otro grupo de policías fue hasta la zona que está detrás de los defensivos del río Piraí, sobre el cuarto anillo, entre las avenidas Roca y Coronado y San Martín.
Allí los agentes ingresaron en una zona distinta. En medio de los matorrales y luego de cruzar los montículos de tierra que forma la costanera, se encontraron con más de una veintena de pequeñas carpas.
Los precarios inmuebles que han sido edificados con hules viejos y todos los desechos que tiran algunas personas en estas áreas verdes son usados por los ‘topos’, para protegerse de las inclemencias del tiempo.
Del pequeño barrio de drogodependientes se retiró a más de 60 personas, entre ancianos, mujeres, jóvenes y niños. Muchos estaban bajo los efectos de las drogas.
La Policía y la Fiscalía analizan dónde llevar a estas personas, que son acusadas por la gente de cometer asaltos
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