Sunday, April 7, 2013

Realizarán copias de cerebros electrónicos

Una empresa ofrece el servicio para guardar información de los equipos.

Para evitar el robo y la clonación de cerebros electrónicos, la empresa Ecuprogram–Bolivia oferta copias de seguridad de estos equipos para vehículos asiáticos, europeos y estadounidenses.
Según Jorge Álvarez, coordinador de Ecuprogram, al día, hay de dos a cuatro denuncias de robos de cerebros electrónicos registrados ante la Dirección de Investigación y Prevención de Robo de Vehículos (Diprove). Los equipos después son vendidos por delincuentes entre 1.500 y 2.500 dólares.
Ecuprogram, durante un seminario destinado a estudiantes de mecánica, advirtió que “no habrá problemas con el robo del cerebro electrónico si sus datos son guardados en una fuente de datos disponible para el propietario, quien podrá colocar toda su memoria en un cerebro nuevo, conservando los datos del anterior”.
Disminuir robos. Álvarez dijo que con la puesta en marcha del nuevo sistema de recuperación de datos, el robo de autopartes, sobre todo cerebros electrónicos, disminuirá en Bolivia y el cliente que sufra la pérdida podrá recuperarlo.
Ante el alto índice de hurto de autos y autopartes en La Paz, Diprove intensificó los operativos de control en las zonas consideradas “sensibles”: Miraflores, San Pedro, Villa Fátima y Sopocachi.
El comandante departamental de Diprove, Alfredo Guizada, recordó que en 2012 se logró detener a un centenar de ladrones. Añadió que las partes más codiciadas por los auteros son los flujómetros y los cerebros electrónicos, los que son comercializados en el mercado informal, como la feria 16 de Julio de El Alto, a precios altos.
El Coordinador de Ecuprogram afirmó que en países donde fue implementado el servicio el índice de robos de cerebros electrónicos bajó.
Álvarez denunció que existe una red de extranjeros que se dedica al robo y la clonación de estas autopartes. También recordó que en el caso de una funcionaria de Bisa Seguros, quien fue descubierta vendiendo autopartes, estaba involucrado un grupo de extranjeros que “flasheaba” los cerebros.

1.500 dólares vale un flujómetro y 2.000 un cerebro electrónico en el mercado informal de La Paz.

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