El director de la entidad especializada, coronel Jhonny Aguilera, dio a conocer que luego de recabar las denuncias de robo y dopaje al interior de un bar, ubicado en la calle Pichincha, por parte de un grupo de víctimas, quienes luego de consumir una jarra, sintieron quedar somnolientos, inmediatamente uno de los acompañantes reclamó al administrador del local, quien exigió que se salga del local.
Carlos Rojas Aguilar, José Álvarez Villegas, Guillermo Layme Soto, Iván Lucero Delgadillo, María Flores Luna, Lizbet Mallea Rivas, Dayana Apaza Mamani, Diana Loza Quisbert, Paola Mendoza Vallejos y Paola Quispe Luna son las personas implicadas en el ilícito de robo agravado y asociación delictuosa.
De acuerdo con la investigación, el modo de operar de esta banda delictiva es que las mujeres que realizaban el trabajo de damas de compañía eran quienes servían las bebidas alcohólicas y cuando se dormían las víctimas llegaban a sustraer las billeteras; en el caso de los varones, que realizaban el trabajo de guardias de seguridad en la puerta y las gradas, estos agredían a sus víctimas a la salida del local para obtener el número de PIN de las tarjetas de crédito, para luego lograr sacar el dinero de las cuentas privadas.
PLANIFICACIÓN
“Se planificó el operativo, para consolidarlo se dispuso que un oficial de civil, como agente encubierto, se introduzca al local, solicite el servicio de una jarra y ni bien llega a consumir el producto, el agente encubierto, dio la alerta antes de quedar dopado, con la finalidad de lograr la intervención policial al interior del local, y lograr la detención en flagrancia de esta banda delictiva”, detalló el coronel Aguilera.
El operativo policial logró realizar la detención del administrador del local, quien portaba una cantidad de somníferos, además de una receta médica, como evidencia de ser los barbitúricos empleados para inducir el letargo a los clientes “al interior de estos locales permitidos por el municipio de La Paz. Tenían permisos correspondientes”.
Las bebidas alcohólicas preparadas con los somníferos eran servidas en jarras o botellas adulteradas, donde se introducían las pastillas para lograr la comisión del delito de robo, mientras las víctimas se quedaban dormidas hasta 12 horas.
“Para la obtención de estos somníferos, esta banda hacía uso de dos sellos falsificados de dos médicos neurocirujanos, con los cuales obtenían en farmacias los medicamentos aplicados en el ilícito”, añadió.
En la requisa realizada, por la unidad especializada, se logró encontrar 4.000 dólares al interior de la mochila de una de las damas de compañía, que era parte de la organización, más de 39 tarjetas de crédito y débito, cerca de 100 cápsulas de los barbitúricos, dos recetas médicas fraguadas, dos celulares, uno de ellos de la víctima denunciante, varias prendas de vestir, maletines, mochilas, una gata mecánica y las dos jarras de bebidas alcohólicas, que deben ser analizadas al igual que la víctima, para establecer el grado de dopaje.
“Las tarjetas de crédito y débito eran utilizadas para el vaciado de cuentas de los depósitos de las víctimas, quienes a la salida del local eran golpeados por los hombres de seguridad para revelar el PIN”, afirmó. De acuerdo con el coronel Aguilera, algunas víctimas suelen evitar formalizar la denuncia, por vergüenza de haber asistido a un local con damas de compañía, pese a tener en la mayoría de ellos una relación formal. Por lo que recomendó a las personas que asistan a estos centros nocturnos, puedan solicitar siempre bebidas alcohólicas en botellas cerradas, evitar asistir a centros nocturnos de dudosa actividad, pese a tener registros del municipio.
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