Varias hipótesis se manejaron respecto a la desaparición de Zarlet, pero ninguna de ellas ayudó a dar con su paradero. Su padre, el asambleísta cochabambino Hever Clavijo, mantiene la esperanza de que su hija aparezca poniendo fin a ese drama.
Después de esa desaparición varios casos salieron a la luz revelando la existencia de organizaciones delictivas que se dedican a captar personas con fines de trata y tráfico.
La desaparición o extravío de niños, niñas y adolescentes es una realidad en Bolivia que afecta y desintegra a las familias y revela las debilidades de la Policía que, a pesar de la búsqueda que realiza, tiene muchos casos no esclarecidos.
DRAMA Detrás de cada desaparición está el drama que las familias deben atravesar para hallar a su ser querido. Las madres de niños, niñas y adolescentes extraviados no comen ni duermen y están con la incertidumbre de que sus seres queridos hayan sido víctimas de organizaciones criminales de tratantes y traficantes de personas.
Según las autoridades policiales, los menores generalmente huyen de sus casas por problemas familiares o sentimentales, bajas calificaciones o la búsqueda de independencia a través de un trabajo.
En cualquiera de estos casos, cuando el menor huye está expuesto a ser víctima de explotación laboral o sexual y otros delitos. Pero también existen casos en que las organizaciones criminales se dedican a captar personas aprovechándose de la vulnerabilidad, en especial de las adolescentes.
Por ello, la Policía y otras instituciones recomiendan fortalecer los lazos familiares para evitar que los hijos e hijas sean víctimas de falsas promesas y sepan actuar ante la presencia de desconocidos.
ESTADÍSTICAS A nivel nacional se reportaron 1.298 denuncias de personas desaparecidas, de enero a mayo de 2012. Los casos podrían estar relacionados con la trata y tráfico de personas, según datos del Comando General de la Policía.
En Cochabamba, la Policía atendió 234 denuncias de extravíos o desaparecidos de los cuales 216 retornaron a sus hogares.
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, dijo que en los últimos dos años se registró cerca de 1.990 desaparecidos que podrían ser víctimas de trata y tráfico.
Las edades más vulnerables oscilan entre los 13 a 18 años. A ese grupo etéreo pertenecen más del 90 por ciento de las víctimas.
El exjefe de la División de Trata y Tráfico de Personas (2007-2009), teniente coronel Boris Bellido, afirmó que el 95 por ciento de las denuncias de extravíos y desaparecidos retorna a su hogar y el resto podría estar fuera del país siendo víctima de trata y tráfico.
El 50 por ciento de los que regresan a su hogar es por acción o intervención de la Policía y el resto por la difusión de los medios de comunicación y la búsqueda de los familiares.
Entre los delitos que contempla la trata y tráfico de personas está la organización criminal, trata de seres humanos, tráfico de emigrantes, pornografía, corrupción de menores, corrupción agravada, corrupción de mayores, proxenetismo y publicaciones y espectáculos obscenos.
La División de Trata y Tráfico de Personas de la Felcc de Cochabamba investiga 24 casos relacionados a este delito. Catorce son de trata y tráfico de personas, 5 de tráfico de migrantes, 1 de corrupción de menores y 4 de proxenetismo. Bellido denuncia que sólo el 0,5 por ciento de los casos procesados tiene sentencia.
DEFENSORÍA La Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Cercado tiene otras cifras y todos los casos que atiende los deriva a la Policía.
Entre enero y mayo de 2012, la Defensoría recibió 261 denuncias de las cuales el 32 por ciento se relaciona con delitos de trata y tráfico de personas y violencia sexual.
En Bolivia no existe una base de datos que contenga todos los casos de este delito. Al mismo tiempo la Policía admite que no cuenta con el personal suficiente para la labor de búsqueda.
Bellido explica que el delito de trata y tráfico “destruye y carcome lo más preciado que tiene el ser humano que es la vida, más aún si se trata de niños y adolescentes vulnerables”.
Denuncias en la Defensoría de la Niñez
Nueva ley protege víctimas y permite agentes encubiertos
La nueva Ley Integral Contra la Trata y Tráfico de Personas introduce, en la investigación de los casos relacionados con este delito a los agentes encubiertos, respalda la incautación de los bienes a favor de la Policía, endurece las sanciones y protege a las víctimas y testigos.
Esta ley fue sancionada el viernes en la Cámara de Diputados para su próxima promulgación. Su objetivo primordial es combatir la trata y tráfico de personas. También es un mecanismo efectivo de control y prevención contra el aumento de este delito que conmociona a la sociedad boliviana.
El exjefe de la División de Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (2007-2009) y especialista en este delito, teniente coronel Boris Bellido, manifiesta que entre los elementos de esta ley es que en los casos relacionados con trata y tráfico de personas se podrá incorporar a un agente encubierto que pueda obtener información de la organización criminal e identificar al o los jefes, cuantificar los bienes obtenidos a raíz de este ilícito y otros elementos que ayuden en la investigación.
“Cientos de lenocinios están impunes. Hay uno que hace 35 años está lucrando de la actividad sexual comercial porque ha logrado construir toda una red que lo encubre. De pronto este agente encubierto va a permitir revelar toda esta actividad, el modus operandi, cuántos niños y adolescentes están en su poder y qué bienes tiene producto de esta actividad”, dijo Bellido.
Otro elemento importante de esta ley es que permite la incautación de los bienes producto de este ilícito y que vayan destinados a la Policía; otorga mecanismos de vigilancia electrónica, mayor control en las fronteras, promueve programas de protección a las víctimas y testigos y compromete a los gobiernos municipales para ayudar con equipo logístico en el combate al delito.
La trata de personas será sancionada con la privación de libertad de diez a quince años. El proxenetismo de diez a quince, pero puede subir a veinte si se trata de menores de edad.
El tráfico de personas de cinco a diez, la pornografía de diez a quince.
La NAS dejará de apoyar a la Policía en casos de trata
De las siete divisiones que cuenta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) la División de Trata y Tráfico de Personas es la mejor equipada gracias al apoyo de la División de Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos (NAS). Pero esta ayuda será suspendida desde septiembre y de allí en adelante la situación es incierta.
La información fue confirmada por el jefe de la División de Trata y Tráfico de la Felcc, capitán Edwin Lobatón, que además señaló que esta división cuenta con equipo suficiente aunque hay falencia en personal ya que sólo tiene cinco investigadores o policías. “Esta división cuenta con bastante apoyo en cuestión de computadoras, apoyo logístico, de escritorio, de vehículos. No nos podemos quejar. Hay dos vagonetas y dos motocicletas.
Lobatón está consciente que el alejamiento de la NAS afectará a la división pero a pesar ello muestra optimismo y afirma que no afectará a la labor investigativa con los recursos del Comando.
CAPACITACIÓN El apoyo específico de la NAS a la división consiste en viajes, apoyo en investigaciones, combustible, material de escritorio, internet, teléfonos, mantenimiento de los vehículos y todo lo referente a logística.
Después de septiembre todo este apoyo se suspenderá pero nuevamente se implementará una oficina de capacitación técnica investigativa para el personal de esta división.
Desde hace más de un año los policías e investigadores de la División de Trata y Tráfico no reciben capacitación de la NAS debido a desacuerdos y dificultades entre el Gobierno y la Embajada de los Estados Unidos.
Procedimientos para la denuncia
Si un niño, niña o adolescente desaparece o se extravía, los padres o algún familiar deben presentar la denuncia en la División de Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) o en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio.
Para presentar la denuncia no es necesario que transcurran 24 horas como ocurre con las personas mayores.
El jefe de la División de Trata y Tráfico, capitán Edwin Lobatón pide que el denunciante lleve una fotografía reciente del niño, niña o adolescente extraviado para que los policías elaboren un afiche con los datos personales, la descripción de la vestimenta que llevaba, el último lugar donde fue visto y los teléfonos de referencia, ya sea de la Policía, de la Defensoría y de los familiares.
Con este afiche, los policías y familiares deben distribuirlos o publicarlos en los medios de comunicación, la Terminal de Buses, las trancas, los lugares donde le vieron la última vez y otros que se crea pertinente.
“Elevamos (elaboramos) un manifiesto y con eso empezamos la labor de búsqueda”, afirmó Lobatón.
El exjefe de la División de Trata y Tráfico de Personas (2007-2009), teniente coronel Boris Bellido y Lobatón, indicaron que es primordial la información que brinden los padres, familiares y amigos después que el menor desaparece. Estos datos ayudarán en la investigación y permitirán que la Policía distinga si se trata de un caso de trata y tráfico.
Lobatón añade que es importante que los padres o familiares comuniquen a la Policía si el menor fue hallado o retornó a su hogar, para que de esta forma cesen con la búsqueda.
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