El director general de Régimen Interior, Douglas Sahagun, y el fiscal Humberto Quispe presentaron ayer a dos presuntos falsificadores de licencias de conducir y otros documentos.
La captura de las dos personas se produjo el viernes, después de tres allanamientos realizados en inmuebles de la calle Murillo y la avenida Periférica.
Los aprehendidos son los hermanos Jorge Armando T. Q. y Gregorio Félix T. Q., el primero, cabo de la institución del orden, y el segundo, ingeniero en sistemas.
De acuerdo con los informes policiales, las investigaciones se iniciaron entre enero y febrero a denuncia de la Dirección General de Migración, cuyas autoridades detectaron documentos falsos.
El Director de Régimen Interior explicó que los documentos falsos fueron utilizados para realizar trámites de libreta de tripulante de transporte terrestre.
“Se detectaron licencias falsas en migración cuando algunos ciudadanos realizaban trámites para la extensión de una libreta de tripulante. Este documento permite a los choferes de empresas de transporte terrestre ingresar a territorio extranjero sin afrontar observaciones”.
Modus operandi. El fiscal Quispe dijo que, en las próximas horas, los aprehendidos prestarán declaraciones antes de ser puestos a disposición de un juez cautelar.
“Estas dos personas fueron aprehendidas en flagrancia, cuando realizaban sus operaciones. Serán imputadas de falsedad material, falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación delictuosa”.
Sobre la forma en la que operaba esta banda indicó que todo el proceso se realizaba en una oficina del edificio Franz Tamayo, lugar donde guardaban todo el material necesario como ser plástico, sellos y otros.
“Gregorio estaba encargado de captar a las personas en las puertas del Servicio General de Identifgicación (Segip)”.
El costo de los documentos falsos oscilaba entre los 600 y 800 bolivianos.
Los acusados guardaban material para elaborar entre 4.000 y 5.000 licencias de conducir falsas.
50 licencias falsas, listas para entregarse, fueron secuestradas en el centro de operaciones.
En los domicilios allanados se secuestraron cédulas de identidad en blanco, certificados de antecedentes, cargo de valores, papeletas valoradas de migración y otras. la diferencia entre el documento falso y el original eran las barras de seguridad.
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