Wednesday, April 20, 2016

Tarija El barrio Fátima en riesgo de convertirse en una zona roja



Intentos de secuestro a plena luz del día y con las calles llenas de gente, robo de celulares a estudiantes del colegio, la venta de marihuana y robos de comercios a plena luz del día son parte de la realidad casi cotidiana que soporta el barrio Fátima, de acuerdo a las denuncias de vecinos que canaliza el presidente de la Junta Vecinal, Juan de Mata Suárez.

Cada caso es preocupante y engloba una realidad que es común en Tarija, pero que en el caso del barrio Fátima tiene que ver con que se ha convertido en uno de los barrios más comerciales de Tarija. Esto se evidencia observando la cantidad de entidades financieras que abrieron sucursales en la avenida La Paz, que también está llena de comercios, en especial del rubro de venta de autopartes, restaurantes, carnicerías y hasta el Ministerio de Trabajo.
Todo esto ha llevado a que el movimiento peatonal y vehicular cree un caos que se observa principalmente al medio día, cuando los alumnos del colegio Belgrano, uno de los más grandes de Tarija, comienzan a abandonar las aulas y también por la tarde cuando se repite el mismo escenario debido a que también hay un turno tarde.
En el caso de la joven que intentaron secuestrar, ocurrió hace aproximadamente tres semanas y se trataba de una joven del colegio que salía de clases a las 18.00 aproximadamente.
“Esto me lo contaron en una reunión de maestros-explica- dice que la niña de 14 años salió del colegio y la metieron en un auto pero afortunadamente ella logró salir del vehículo y escapar”, relata de Mata, quien señala que dio la casualidad de que el auto se detuvo en el semáforo de la calle Belgrano y por eso la adolescente pudo salir.
En este y otros casos –explica-, la gente que presencia estos hechos se queda indiferente, prefieren no intervenir de acuerdo al Presidente del barrio, quien recuerda un hecho ocurrido hace unos días en el que una adolescente del colegio fue víctima de un motociclista, quien le arrebató la mochila y se dio a la fuga. Sin embargo, “la chica fue muy valiente y lo persiguió y cuando lo alcanzó en el semáforo lo redujo ella misma y logró recuperar su mochila”.
Lo mismo pasó en el caso de un robo a un minimarket en el que las cámaras filmaron el robo pero el dueño del lugar no se atrevió a intervenir debido a que se trataba de dos hombres y una mujer, quienes tomaron objetos y se fueron en un auto que después se supo, era alquilado.
“Él anotó la placa y por su cuenta contrató a dos radiotaxis para seguir a los ladrones, llamó a unos familiares para que le ayuden y lograron detenerlos en el parque Bolívar, después los entregó a la Policía”. Ambos fueron sentenciados a un año de cárcel y la mujer se encuentra prófuga.
Para de Mata, uno de los problemas que impiden que se reduzca la inseguridad es la falta de apoyo por parte de la Policía, ya que si bien en el barrio han cedido un predio al lado de la sede de la Junta Vecinal para que haya policías permanentes, en el barrio esto no ocurre.
“Aquí, hace unas tres semanas han asaltado y han apuñalado a un joven que era amigo de mi hijo- relata una vecina quien observa la ausencia policial- yo ayudé para auxiliarlo y lo llevaron al hospital”. De acuerdo a la vecina hay calles en las que frecuentemente se congregan jóvenes “pandilleros” a consumir bebidas alcohólicas y a asaltar a los transeúntes.
Una vecina del barrio que prefiere no dar su nombre comenta que es inútil llamar a la Policía ya que nunca llega cuando se la llama. “En la noche ya da miedo caminar porque hay gente tomando en las calles porque han abierto tiendas de venta de bebidas alcohólica y ahí nomás se ponen a tomar en grupos”.
El presidente del barrio recuerda el testimonio de una vecina que fue testigo de que un grupo de jóvenes que bebían en un vehículo subieron por la fuerza una joven que iba pasando. “Ella llamó a la Policía pero no le hicieron caso, a uno le piden su número de carnet y a veces le dicen a uno que tienen que ir a poner la denuncia a la EPI”, añade.
Un problema del que se conoce hace muchos años y sobre el cual no se ha hecho nada aún, explica Carlos Mata es el microtráfico de marihuana que existe en la zona.
“Nosotros tenemos en la Policía, marihuana y hasta cocaína que se ha incautado a los vendedores que son adolescentes y que ofrecen en las cercanías del colegio y en la Plaza de los Mineros”, explica. Dice que esto se realizó hace meses cuando tuvieron dos buenos policías que pusieron todo su esfuerzo para restablecer el orden y eliminar la actividad delincuencial.
El barrio Fátima tiene 12.500 habitantes y precisa de mayor presencia policial de acuerdo al presidente del barrio quien considera que los niños y jóvenes que asisten al colegio Belgrano son los más vulnerables y quienes mayor peligro corren.
De acuerdo a una vecina cuya vivienda es cercana al colegio Belgrano y quien vende golosinas en las afueras, es muy común observar los robos de celulares de los que son víctimas principalmente las adolescentes y niñas, quienes cuando buscan ayuda en el puesto policial muchas veces se encuentran con que está cerrado.

Sin brigadistas
Ante el cierre del programa de los Brigadistas Barriales de la Gobernación, la Policía puso en funcionamiento una nueva fuerza del orden en la capital, como son los Carabineros. De hecho, fue el inspector general de la Policía Nacional, general Elvis Antezana Miranda quien lo anunció.
La Unidad encargada de realizar el trabajo de seguridad a través del patrullaje y prestar el servicio de prevención y auxilio en las diferentes calles de la ciudad con 180 efectivos, sobre todo en los colegios, pasa desapercibida según afirman los vecinos del lugar.



COMERCIO, DELINCUENCIA Y AUSENCIA POLICIAL

COMERCIO
La intensa actividad comercial que se ha desarrollado en los últimos años en la zona de Fátima ha motivado que a la par se desarrolle la actividad delincuencial, fenómenos que no son acompañados por la vigilancia policial.

DELINCUENCIA
En algunas de las calles menos transitadas del barrio se reúnen jóvenes a consumir bebidas alcohólicas y en muchos casos son responsables de actos delincuenciales que incluyen el secuestro, la violación y asaltos.

POLICÍA
El puesto policial del barrio Fátima se encuentra en la cancha de los mineros frente a una puerta lateral del colegio Belgrano. Pese a que el compromiso era contar con dos policías permanentes, esto no se cumple.

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