Sunday, September 8, 2013

El “derecho de piso”, el alcohol y drogas persisten en la cárcel

Personas que trabajan con la Pastoral Penitenciaria expresaron que los reclusos recién llegados deben pagar el denominado “derecho de piso” al ingresar para vivir tranquilos; de lo contrario, son amenazados hasta de muerte. Pero también informaron que el ingreso de drogas y alcohol es común en los penales.

Este “derecho de piso” es cobrado a los reclusos nuevos que ingresan a las cárceles del departamento y su precio varia desde 100 a 1.000 bolivianos, pero puede llegar a ser mucho más si se trata de una persona pudiente o un extranjero.

Muchos recurren a préstamos, piden ayuda a esta institución y hacen todo lo posible para reunir el dinero. Si, no lo consiguen se desesperan.

El consumo de drogas y alcohol es común en las cárceles, esto sucede porque estos elementos logran ingresar a los recintos. “Como hay tanta población penitenciaria y sólo hay unos cuantos policías, ellos prefieren dejar pasar los mismos y se hacen de la vista gorda para que los reos estén tranquilos y no molesten”, informó una fuente que pidió reserva de identidad.

También informaron que el control de la Policía sólo llega hasta la puerta y lo que pasa adentro no es de conocimiento de los uniformados.
Para la Pastoral Penitenciaria, lo sucedido en cárcel de Palmasola refleja la situación crítica de todos los recintos penitenciarios del país. “Las cárceles del departamento también son una bomba de tiempo porque existen grupos y hacinamiento”, dijo.

Para la institución los centros de rehabilitación penitenciaria significan un riesgo debido a que se juntan delincuentes peligrosos con otros que cometieron delitos menores. “No se puede mezclar a personas que están por delitos leves, como no haber pagado una asistencia familiar, con asesinos y violadores”, comentó.

La situación de las cárceles es tan dramática que afecta anímicamente a los reclusos que ingresan por primera vez . “Muchos se deprimen, los que no consumían droga empiezan a consumir para olvidarse de la situación ”, contó.

La salud es otro derecho que se vulnera en las cárcelesebido a falta de policías, los reclusos con enfermedades graves no pueden asistir al médico.

PASTORAL PENITENCIARIA

Debido a la situación crítica en las cárceles del departamento, la Pastoral Penitenciaria brinda ayuda social en todas las cárceles del departamento con talleres de capacitación, donación de equipos y maquinaria para los diferentes talleres. También entrega leche y otros víveres a las mujeres que viven con sus hijos en los penales, también ayuda a pagar las cuentas de los hospitales de los internos sin recursos.

La Pastoral Penitenciaria recibe donaciones de algunos países europeos, actualmente la responsable de la Pastoral se encuentra en España gestionando recursos para continuar con su ayuda en las cárceles.

La institución pidió a las autoridades que se hagan cargo de sus respon sabilidades garantizando una vida digna al interior de los penales para los privados de libertad.

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