Los internos de la cárcel de Riberalta se encuentran en una situación precaria y no cuentan con los alimentos necesarios para subsistir. Ayer, el drama en que viven tocó fondo y los responsables del recinto tuvieron que peregrinar para conseguir algo de alimento para los 170 reos detenidos en sus instalaciones.
Los responsables de la cárcel señalaron también que se adeuda el consumo de ocho meses de luz y agua, mientras que por concepto de alimentos existe un retraso de cuatro meses, por lo que fueron suspendidas las entregas de carne y otros alimentos.
Este panorama obligó a que se toquen puertas para buscar alimentos que alivien momentáneamente la necesidad, encontrando respuesta de personas caritativas. No se pudo conocer el criterio de las autoridades
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