Tuesday, September 11, 2012

Delincuentes mexicanos estafan por teléfono a 30 bolivianos

“Hola!!!!¿Adivina quién te habla? dice una voz masculina con un acento extranjero. Del otro lado de la línea, una mujer cochabambina cree reconocer a su sobrino René que vive en Estados Unidos y le responde: “¿Eres tú, René?” De inmediato, el delincuente asume esa identidad y le dice “¡Sí! ¡Soy René!” La mujer le da más información al decirle: “Oh René sobrino querido! ¿cómo estás?”

Esa frase es suficiente para que el delincuente guíe la conversación, pregunte por la familia, por la salud y el clima y finalmente le pregunte a la tía boliviana si puede alojarse en su casa pues está saliendo de Estados Unidos a Bolivia al día siguiente. Luego de oír el “por supuesto” de la pariente, cuelgan.

Al día siguiente quien llama al mismo teléfono es un mexicano que se hace pasar por un funcionario público de Derechos Humanos que trabaja en el aeropuerto internacional de Guadalajara y que le informa que su sobrino René fue detenido en su viaje hacia Bolivia porque transportaba 85.000 dólares sin declararlos y que la única forma de que liberen el dinero secuestrado era enviando 7.500 dólares a través de Money Gram.

El falso sobrino también habla con la tía llorando y pidiendo perdón. Le promete que le devolverá el dinero al llegar a Bolivia. Ambos instruyen “reserva absoluta” sobre el caso y que envíen el dinero a nombre de distintas personas Carlos García Navarro, Laura Frías Bañuelos, Erika Venegas y Víctor Limones Martínez.

Entre el 1 y el 3 de septiembre, los tíos del supuesto aprehendido envían el dinero vía Money Gram.

Al día siguiente, los delincuentes mexicanos inventan otra historia para seguir reteniendo al sobrino (por haber atropellado a una persona en Estados Unidos) y les piden 9.000 dólares para pagar los servicios de abogados y otros 6.000 para los federales.

Los tíos tuvieron que recurrir a un préstamo y envían un total de 26.500 dólares, recurriendo incluso a un préstamo con la esperanza de ver a su sobrino libre y cumpliendo la promesa de devolverles el dinero al llegar al país, lo cual no sucede.

30 DAMNIFICADOS Como esta familia existen otras 29 que ya cayeron en el “cuento del tío” de delincuentes mexicanos. Estas personas perdieron entre 2.500 y 11.000 dólares.

Ya sentaron denuncia, vía email, a la Policía Federal de México, a la Embajada de Bolivia en México y piden que la Cancillería interponga sus oficios para que la investigación internacional avance e identifique a la organización criminal responsable.

Algunas víctimas denunciaron el delito a la fuerza anticrimen de Cochabamba y hace unas semanas el vocero advirtió a los familiares de migrantes que no se dejen sorprender por este tipo de llamadas, pues todas comienzan con: “¿Hola? ¿Adivina quién te habla?”, para poder sacar información y manipularla a su antojo.

México pide difundir la alerta

Una de las víctimas conversó con este diario y dijo sentirse indignado por la mala fe de esta banda. “Son unos actores, gritaron, lloraron, citaron artículos de leyes internacionales, se aprovechan de que los bolivianos somos querendones con la familia y nos ayudamos. Perdí los ahorros de toda mi vida y ahora estoy endeudado”, lamentó. El hombre sentó denuncia ante la Policía Federal de México y los oficiales le pidieron que para evitar que más bolivianos se conviertan en víctimas de los estafadores, se difunda una alerta sobre estas llamadas y sus objetivos.

“Me siento avergonzado, por haber sido tan crédulo, pero también estoy indignado con estos delincuentes”, comentó. Dice haberse enterado de que ya son al menos 30 las familias que fueron estafadas, al realizar la denuncia a la Policía mexicana.

“La Cancillería tiene que ayudarnos, pedir que la investigación se acelere allí, tengo los números de teléfono, los nombres de los remitentes del dinero”.

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