Sunday, September 9, 2012

LA MAYOR COMUNIDAD DE REOS EXTRANJEROS EN COCHABAMBA ES PERUANA, SEGUIDA DE LA COLOMBIANA

Así como los bolivianos que emigran a otros países y se unen allí en colonias para organizar una diversidad de actividades, en las cárceles cochabambinas los reos extranjeros forman comunidades.

Es así que en los penales, la comunidad más grande que existe es la peruana. Sólo en San Sebastián viven 20 peruanos, mientras que en San Antonio 8 y en El Abra 10.

Muchos de ellos no sólo comparten celda sino también algunas actividades laborales e incluso deportivas.

Sin embargo, hay también quienes no conviven mucho con sus paisanos debido a algunas diferencias que existen entre ellos.

Otra de las comunidades extranjeras con mayor número de miembros es la colombiana. Sólo en San Sebastián hay cuatro varones, dos de ellos acusados por robo agravado y los otros dos por la Ley de Régimen de la Coca y Sustancias Controladas.

Allí los cuatro comparten celda y se ayudan mutuamente. Los colombianos destacan el apoyo de Abdenago, un colombiano de 35 años que desde hace dos años y seis meses está recluido en el penal de San Sebastián, acusado de robo.

Sus compañeros dicen que es solidario y que si no habría sido por él estarían durmiendo en los pasillos del penal, así como lo hacen decenas de presos.

Este grupo de colombianos no sólo comparten celda sino que juntos han decidido agremiarse al sector de zapatería para poder producir distintos productos que los comercializan entre quienes visitan el recinto penitenciario.

Abdenago lamenta estar en prisión, pero asegura que está injustificadamente recluido por lo que pide a las autoridades judiciales revisar su caso.

“Yo no soy culpable de lo que se me acusa, por eso pido que se obre con justicia y pronto. Si soy culpable que me demuestren”, dice al indicar que de salir libre no se irá de Bolivia, más al contrario se quedará a vivir junto a su familia.

En un número más reducido están los españoles. Según datos de Régimen Penitenciario de Cochabamba, en San Sebastián hay cuatro españoles, mientras que en San Antonio uno y en El Abra otro, todos acusados por violar la Ley 1008.

Asimismo, en el penales cochabambinos hay un extranjero de Moldavia, oficialmente República de Moldavia, ubicado en Europa.

A diferencia de los tres grupos extranjeros que viven en comunidad, este ciudadano está prácticamente solo. Por el idioma que habla (moldavo e inglés) no logra comunicarse con los demás reos, salvo con aquellos que entienden inglés y algunas veces le sirven de intérprete.

Las pocas palabras que pronuncia son los saludos o “firme”, palabra que debe responder cuando los policías llaman lista en el penal.

Algunos reclusos cuentan que este extranjero tiene casi como único amigo a un ciudadano ruso, que desde hace unos meses está recluido por presunto lavado de dinero.

“Él lo ayuda y le da cobijo”, dicen algunos reclusos que prefieren no dar más datos de ellos.

Sin embargo se conoce que en marzo de este año el ciudadano ruso fue detenido en carretera de Cochabamba a Santa Cruz, transportando más de un millón 200 mil bolivianos (más de 180 mil dólares).

Días después a su detención y tras un operativo realizado en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) confiscó cinco casas de juego.

Asimismo, entre otros extranjeros, está un guatemalteco que desde el mes de julio está en San Antonio. El joven de 29 años y tez morena, fue detenido cuando intentaba estafar ofreciendo clonar billetes de 10 dólares, según el informe que ofreció la Policía a los medios.

Entre otros reos de otras nacionalidades están dos argentinos, un brasileño y un israelí.

Según varios reos bolivianos, los extranjeros no son violentos y cumplen con todos los reglamentos disciplinarios que existen en los penales. 

Sin embargo, se conoce que hace un tiempo presos de nacionalidad colombiana recluidos en El Abra intentaron tomar el control del reclusorio, ocasionando pugnas entre otros que también buscaban el liderazgo.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Se quejan por discriminación

Varios reclusos extranjeros denuncian que muchas autoridades judiciales obran con cierta discriminación en los procesos.

Asimismo, dicen que por el hecho de ser peruanos o colombianos, sobre todo, muchos los consideran peligrosos y “directamente nos dicen que somos culpables”.

La Pastoral hace de intermediaria

Según los mismos reos, muchos de ellos logran recibir algún dinero de sus familiares del exterior gracias a que la Pastoral Penitenciaria es la que recibe esos recursos y luego les entrega.

En las charlas no dejan de agradecer a la hermana María Ángeles y al padre Erick, ambos religiosos de la Pastoral.

Se agremian para trabajar y sobrevivir

La mayoría de los reclusos ha logrado agremiarse a distintos grupos que se han formado en los penales para poder trabajar.

En los reclusorios hay gremios de zapateros, comideros, carpinteros, metalmecánica, entre otros.

2 Días de trabajo por uno de pena

Los detenidos optan por el trabajo, porque conocen que por dos días de labor restan un día de reclusión.

Esto, dicen, no sólo les permite reducir su reclusión sino también generar recursos para vivir en el penal.


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