En los años 80, Gil Apaza quedó viudo con cuatro niños pequeños: Erick, Silvia, Yecid y Alcides, y ante la necesidad económica, decidió internar a sus tres hijos varones en diferentes casas hogares. Al transcurrir un par de años, los dos mayores retornaron con su papá.
“Recuerdo que ese año (no lo sabe con precisión) nos dieron permiso para salir a pasear con mi hermano menor, Alcides, que estaba en el hogar Fátima. Al regresarlo, él lloró mucho porque no quería quedarse, entonces me pidieron que me vaya para que se calme y ésa fue la última vez que lo vi”, relató Erick Apaza.
Cuando los hermanos quisieron ver nuevamente a Alcides, que en ese tiempo tenía cinco años, en el hogar les dijeron que ya no vivía ahí. La niñera del lugar sólo alcanzó a decirles que no se preocupen porque el pequeño “estaba en buenas manos”.
“Estos años fuimos a preguntar al hogar ¿dónde está Alcides?, pero nos dicen que no pueden darnos la información y además que los archivos de 1982 a 1987 se perdieron, soñamos con encontrarlo”, manifestó Yecid.
Adopción. Don Gil asegura que Alcides fue adoptado por una pareja de italianos, sin embargo niega que haya firmado algún papel. “Se lo hemos preguntado una y otra vez, pero él dice que nunca firmó nada y tampoco sabemos de dónde tiene ese dato”, dijo Erick.
El sueño de esta familia es encontrar a Alcides. Don Gil, de 73 años, teme morir antes de ver nuevamente a su hijo menor. Erick, Silvia y Yecid buscan cualquier indicio que pueda servir para este propósito. El miércoles, Erick y Carlos Remuzzi se reunieron para intercambiar sus historias de vida y saber si son hermanos, pero descartaron la probabilidad por los rasgos físicos y algunas etapas que no coincidieron.
“Fue una pena, porque teníamos la esperanza; pero ahora tengo un amigo que podrá ayudarme a contactar a organizaciones de Italia que nos colaboren”, indicó Erick.
Remuzzi aseguró que cooperará con la familia Apaza en todo lo que pueda para lograr que se reúnan otra vez con Alcides.
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