Como todos los días, una fila de mujeres esperaba ingresar al penal. Sin embargo, cerca a las 15:00 un camión comenzó a descargar madera durante una hora y ocupó por completo la puerta de ingreso. Después los oficiales de la Policía ordenaron que nadie más ingresara a San Pedro.
Los internos protestaron lanzando basura a los policías que estaban en la puerta e incluso prendieron fuego a varios objetos que estaban cerca.
Los policías respondieron con gases lacrimógenos que afectaron no sólo a los reos, sino a las mujeres y niños que aguardaban ingresar. Tal fue el volumen de gas que se concentró en el edificio que no hubo otra opción que romper uno de los vidrios para que ingresara aire.
Con lágrimas, una de las mujeres que estaba en el sector apuntó que “han metido maderas, nos dijeron que esperáramos y así lo hicimos. Luego no nos dejaron entrar y adentro se amotinaron para que ingresemos”.
Otra mujer relató que debe trabajar, deja a su hijo con su papá en el penal. “Debo recoger a mi hijito y nos hacen esperar y luego nos gasifican”, protestó.
El comandante departamental de la Policía, Cnl. Rosalío Álvarez, explicó que implementaban un nuevo sistema de control.
“Se estaba intentando implantar una modalidad que no ha sido de mucho agrado porque se les estaba restringiendo ciertos privilegios, se podría decir”, aseguró el coronel Álvarez citado por la agencia ANF.
El jefe policial explicó que la nueva modalidad de control fue consensuada con los internos de San Pedro y la misma será implementada paulatinamente, “lo que ha calmado los ánimos”.
El esfuerzo de los jefes policiales y de los delegados de los internos que posibilitaron el diálogo evitó que el motín llegue a mayores producto de las medidas iniciadas por los presos.
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