“Te voy a ayudar, qué necesitas (…) wawitas o maduritas. Cuesta entre 500 y 1.000 lucas. Si hablas algo te mueres”. Es la voz de un proxeneta que capta menores en la plaza Avaroa desde la 01.30 de la madrugada, en especial los fines de semana.
La amplia plaza, donde algunos se dan cita para leer o conversar cerca del monumento del héroe Eduardo Avaroa, se transforma después de la medianoche y sólo los “clientes” VIP tienen acceso al área donde se ofrecen los servicios sexuales de menores, de 13 y 14 años, de uno u otro sexo.
Uno de los consultados por La Prensa, con la mirada puesta en un vehículo con vidrios polarizados, afirma que ellas -en su mayoría jóvenes- están en esta actividad porque “una amiga los llevó con argumentos de ganar mejores ingresos” o “con engaños”.
Mientras una jovencita es trasladada hasta un vehículo donde el “cliente” desaparece con ella en un moderno motorizado.
Ayuda. Alrededor de la plaza, explicó otro de los consultados, que “existen personas que te ayudan por 100 bolivianos, si quieres mujeres”. Este comercio sexual se maneja de manera discreta y muchos prefieren callar cuando se habla del tema.
la Marihuana. Algunas caen “en el negocio por necesidad o por desgracia”, manifiesta un varón, de unos 30 años, que tras estrechar la mano de un cliente recibe como pago una pequeña bolsa con marihuana.
Este negocio no ha sido aún investigado por la Policía, que no recibió denuncias, pero los parroquianos del sector dicen que es “un secreto a voces”.
“Nadie debe hablar, porque todos aquí se conocen y los que decimos algo debemos volar (desaparecer) por un buen tiempo”, declara uno de los testigos que bebe junto a un grupo de amigos hasta las 03.00 aproximadamente, hora en la que la tradicional plaza paceña deja de ser un burdel en vía pública y vuelve la normalidad.
Poco control. Un vecino, de quien se mantiene su identidad en reserva, explicó que pese a los sistemas de seguridad dispuestos por el municipio y la propia Policía, Sopocachi no ha dejado de ser un lugar inseguro y en el que muy pocas veces hay patrullaje policial.
Otra persona, igualmente refugiada en el anonimato, declaró que “una de esas noches me aproxime hasta el vehículo y una menor fue introducida a una vagoneta. Uno de ellos me dijo 'qué miras', por lo que me alejé del lugar”.
Sin denuncias. En la plataforma de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz no hay denuncias de tráfico de menores en plazas y mucho menos en Sopocachi que es catalogado como un “Barrio Seguro”.
10 menores por noche son trasladados y ofrecidos por los proxenetas en el barrio de Sopocachi.
La DEFENSORÍA DE EL ALTO ALERTA de QUE VÍCTIMAS DE TRATA Y TRÁFICO Y VIOLENCIA SEXUAL COMERCIAL SON CAPTADAS EN COMUNIDADES DEL NORTE PACEÑO. José Luis Hidalgo, representante del defensor de El Alto, afirmó que un gran número de víctimas de trata, tráfico y violencia sexual comercial es captado en comunidades del altiplano norte. Estas personas desconocen las leyes y son vulnerables a engaños. El representante de la Defensoría explicó que las niñas, niños y adolescentes son trasladados a capitales de departamentos donde los proxenetas los venden como mercancías sexuales.
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