Sunday, September 23, 2012

Desaparecidos, entre la trata y el tráfico

ALARMA | EL AUMENTO DE CASOS DE PERSONAS DESAPARECIDAS, MUESTRA QUE REDES DE TRATANTES OPERAN EN EL PAÍS. ES NECESARIA LA PREVENCIÓN.

Hace un tiempo que los letreros de personas desaparecidas han aumentado. Y también que la gente ya se fija en ellos con más atención. Desde la desaparición hace tres meses de la joven Zarlett Clavijo Martínez, hija de un diputado, el problema de la trata y el tráfico de personas se ha abierto en la sociedad boliviana como una herida más profunda que nunca.

Los padres de Zarlett, continúan luchando para encontrar a su hija y gracias a esa lucha se han revelado muchas deficiencias institucionales respecto del combate contra estos delitos, que tienen una oscura relación con la desaparición de personas.

Durante una visita sorpresa de la madre de Zarlett al puesto fronterizo del Desaguadero, se pudo filmar a los policías durmiendo la borrachera pese a que se sabe que este cruce es particularmente peligroso y que se había alertado ampliamente acerca del caso de la joven desaparecida. La falta quedó sólo en un fugaz escándalo, pero es un ejemplo muy claro de la debilidad estatal ante la trata y el tráfico de personas en el país. “La incapacidad para sancionar este delito ha impedido salvaguardar a las victimas y que los miembros de estas redes sean procesados y condenados”, admite el My. Walter Sossa, jefe de la división de Trata y Tráfico de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC).

Mientras, los letreros se multiplican y aunque son más las jóvenes desaparecidas, todas en un rango similar de edad (14 a 25), también hay casos crecientes de hombres, sobre todo adolescentes. ¿Han aumentado los casos o es que la gente los denuncia más?

De acuerdo al Observatorio de Trata de Personas, coordinado desde el Centro de Capacitación y Servicio para la Mujer (CECASEM), se dieron 55 casos de trata de personas durante el primer trimestre de este año, los que fueron atendidos por la FELCC. La mayoría se dio en La Paz, luego en Santa Cruz, Cochabamba y Potosí.

La cifra crece, y también las denuncias. Hoy hay más gente que sabe lo qué son la trata y el tráfico de personas, y hay más lugares para buscar ayuda, pero claramente lo que se hace no es suficiente siendo que en Bolivia la trata de personas es el delito más lucrativo después del narcotráfico y el contrabando.

Trata, un delito a voces

Hace una semana se llevó a cabo la I Jornada de Trata y Tráfico de Personas en Bolivia y su Impacto Psicosocial, organizada y coordinada por PSENDA Asociados en Psicología, un grupo de psicólogos que han decidido tomar cartas en el asunto, y que duró dos días. En este evento participaron varias personas asociadas de alguna manera con la lucha contra la trata y el tráfico: miembros del Gobierno Autónomo Municipal, la FELCC, la Defensoría del Pueblo, el CECASEM, y el Ministerio de Salud y Deportes. Todos coincidieron en que cualquiera puede ser víctima de la trata y el tráfico, pero que en el caso sobre todo de la trata, los más vulnerables son jóvenes y adolescentes, generalmente mujeres, de escasos recursos o con limitadas posibilidades laborales, provenientes de familias desestructuradas o disfuncionales, que sufren directamente algún tipo de violencia.

En Bolivia siete de cada diez niños sufre algún tipo de violencia, y una de cada cuatro mujeres la vive directamente en su hogar. La combinación es nefasta.

Víctimas y victimarios

La Lic. Patricia Kucharsky R., psicóloga clínica sistémica y coordinadora de PSENDA Asociados en Psicología, explica que la recuperación de una víctima de trata es larga y dolorosa, “la trata impacta de manera violenta y traumática, puesto que el uso de la violencia física, sexual y psicológica, sumado a crueles tácticas de manipulación como el chantaje emocional, las amenazas y el hostigamiento permanente, dejan una huella que se traduce en un trauma resultante de la destrucción de las defensas mentales de la persona”.

La mayoría de las víctimas sufren en un principio un desequilibrio emocional grave, que desemboca en un estado de indefensión reflejado en un agotamiento mental y emocional. “En esas condiciones la víctima va a experimentar la pérdida de control sobre sí misma, sobre su libertad y su existencia. Con el transcurrir del tiempo se van a ir desarrollando cuadros ansiosos, sumados a la depresión y acompañados, en algunos casos, de intentos suicidas”.

La trata es un delito sinuoso, de ahí su extensión y su difícil combate. Los tratantes, quienes reclutan, acogen y explotan a las personas dentro de redes organizadas, no son solamente desconocidos que ofrecen trabajo, pueden ser personas cercanas a las víctimas como familiares o amigos “No es posible hablar del tratante como un solo tipo de persona, con características personales sociales, u otras exclusivas de quienes se dedican a esta actividad ilícita”, dice Kucharsky.

¿Qué clase de sociedad permite que crezca este fenómeno? “Una cultura economicista y materialista, que ha olvidado el carácter sagrado y la dignidad de la persona humana. La trata es una de las más escandalosas formas de reducción del ser humano a pura mercancía. Lo que llama la atención son los niveles de tolerancia social ante este hecho. Esto sólo hace relucir la profunda injusticia y ruptura de valores éticos en nuestra sociedad, en donde el ser humano puede ser considerado un objeto utilizable, un instrumento, una cosa”, agrega.

Por su parte el Mayor Sossa también habla de cierto nivel de invisibilización, de indiferencia de la gente y hasta de “consentimiento” por parte de la sociedad hacia este grave delito. Al respecto existen varias denuncias de que las víctimas son tratadas muchas veces como delincuentes y no como víctimas, y que no existen suficientes programas aptos para ayudarlas.

La Ley de Trata y Tráfico de Personas, que fue promulgada por el presidente Evo Morales hace unas semanas, establece sanciones máximas para las personas que cometan estos actos ilícitos. La sanción para los traficantes y tratantes de niños y adolescentes es de 20 años o más de privación de libertad. Con ella se pretende reforzar el control en cuanto a estos delitos, y educar a la población a través de campañas de prevención. Bolivia es uno de los cinco países de Sudamérica con más casos de Trata y Tráfico de personas, según la Organización de los Estados Americanos (OEA), lo cual demuestra la urgencia de ejercer un combate frontal, efectivo y sin estigmas contra estos delitos que pueden afectar a cualquiera, pero que se alimentan sobre todo de los más jóvenes .

Cuidado tome precauciones

1. Desconfíe de aquellas personas que le hacen propuestas acerca de ganar dinero fácil con poco esfuerzo.

2. Infórmese debidamente antes de aceptar una oferta de trabajo “excelente” o estudios en un lugar distinto de su residencia o país (procurar consultar varias fuentes; no basta que alguien de confianza lo recomiende, éste también puede ser engañado o ser cómplice de los tratantes).

3. Evite hacer contacto con personas que se le acercan “desinteresadamente” y le ofrecen algún “regalo”.

4. No acepte de gente que no conoce, invitaciones a comer o beber.

5. No se deje seducir por los ofrecimientos de una vida llena de lujos y riqueza.

6. Deje de creer que un “futuro exitoso” sólo se encuentra en el extranjero.

7. Si gusta de “chatear” por el Internet con gente que no conoce, no envíe fotos, ni la dirección de su domicilio, ni proporcione información acerca de sus gustos y preferencias, estaría facilitando su identificación y posible enganche a las redes de tratantes de personas.



Guía para padres

1. Evite castigar físicamente a sus hijos, puede estar generando sentimientos contradictorios y necesidad de “escapar” del hogar hostil.

2. Evite el maltrato psicológico con insultos, gritos y humillaciones a sus hijos: causa heridas poco visibles, pero profundas.

3. Cree un vínculo de comunicación permanente con sus hijos e hijas interesándose en conocer sus sentimientos, sueños, preocupaciones e ilusiones.

4. Preocúpese por conocer a las amistades y enamorados de sus hijas e hijos,

puede ser que los tratantes de personas se hayan infiltrado entre ellos.

5. Preocúpese por saber a qué lugares acuden sus hijos e hijas y con quiénes.

6. Nunca imponga su forma de pensar a sus hijos o hijas, respételos.

7. Explique e informe a sus hijos e hijas de los peligros que existen en la calle y de las diferentes formas de la que se valen los tratantes de personas para enganchar a sus posibles víctimas.

8. Jamás deje en abandono físico ni moral a sus hijos e hijas, sobre todo en situaciones difíciles como el posible embarazo de una hija adolescente

9. Si su hijo o hija ha recibido una “oferta” de trabajo fuera del país donde reside, acompáñelo para comprobar que lo que le está siendo ofrecido es cierto.

10. Controle el uso de Internet, este es un medio usado frecuentemente por las redes de tratantes de personas para enganchar a sus víctimas.






TRATA Y TRÁFICO DE PERSONAS EN BOLIVIA

(Casos atendidos por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en el primer trimestre 2012)

Objetivos de la trata y tráfico

• Venta u otros actos de disposición del ser humano con o sin fines de lucro.

• Extracción, venta o disposición ilícita de fluidos o líquidos corporales, células, órganos o tejidos humanos.

• Reducción a esclavitud o estado análogo.

• Explotación laboral, trabajo forzoso o cualquier forma de servidumbre.

• Servidumbre costumbrista.

• Explotación sexual comercial.

• Embarazo forzado.

• Turismo sexual.

• Guarda o adopción

• Mendicidad forzada.

• Matrimonio servil, unión libre o de hecho servil.

• Reclutamiento de personas para su participación en conflictos armados o sectas religiosas.

• Empleo en actividades delictivas.

• Realización ilícita de investigaciones biomédicas.

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